miércoles, 10 de septiembre de 2014

ALMUERZO COMUNITARIO


























Veníamos pensando… ¿cuándo nos reunimos a almorzar juntos?... alguien dijo ¿Qué les parece recordar el Día de la fraternidad valdense?... y enseguida todo fluyó…

Ivonne y Nelly ofrecieron su “vasta experiencia como cocineras de polenta” y llegaron el sábado con sus bártulos que incluían: un gran entusiasmo y harina de maíz “casi la original” comprada especialmente en el campo de Coronel Suarez, de donde también vino el palote para revolver (fabricado en  madera de acacia), que pertenece a la familia Berger-Negrin y que, como corresponde, se guarda como recuerdo, entre muchos otros, en la biblioteca de la casa familiar.

Mientras tanto Eveline en su casa cocinaba polpettas, “por si nos quedamos cortas”, Silvia compraba ingredientes para un postre sencillo y fresco y Horacio (enhorabuena un cocinero!) armaba su especialidad: un exquisito tiramisú.

Domingo espléndido, y con la presencia de muchos hermanos nos unimos en el culto, en un ambiente donde el canto, como cada domingo, nos elevó y condujo nuestro espíritu a la adoración y la lectura de la Palabra. La predicación nos inspiró a ser comunidad que nos aliente y transforme en lo personal, en lo familiar y en la iglesia. De ésta comunidad deberán surgir los  lideres para guiar y mostrar el camino, cual lo hiciera Moisés con el pueblo de Israel.

…. y luego en el salón perfumado por las fresias “de Eveline” ¡la mesa está lista!. Todos cómodamente ubicados y mientras reinaba la conversación y el buen humor, hicimos honor al menú que resultó muy rico y abundante… sin olvidarnos de las delicatessen salidas de las manos de Ivonne, libro del Crandon mediante…

Sin dudas una reunión para repetir.

“Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”  Mateo 18:20.
Violeta y Graciela