El sangriento atentado de Año Nuevo contra una iglesia copta en Alejandría confirmaría que Al-Qaida sigue adelante con su propósito de atacar a cristianos en la región, exacerbando así las tensiones entre las grandes religiones en el Medio Oriente.
Manuel Quintero, ALC Noticias
Ginebra, lunes, 3 de enero de 2011
El atentado en Alejandría, que dejó un saldo de veintiún muertos y noventa y siete heridos, fue un ataque “contra todos los egipcios” realizado por “elementos extranjeros”, dijo el presidente Hosni Mubarak.
La autoría de al-Qaida parece evidente en razón “de los aspectos técnicos, el alto número de víctimas y las amenazas de al-Qaida en Irak”, declaró Diaa Rashwan, un especialista del Centro al-Ahram en Cairo.
Los enfrentamientos entre coptos y musulmanes han sido frecuentes en la historia de Egipto. Pero esos conflictos brotan de manera espontánea en torno a la posesión de tierras, las relaciones comunales y la construcción de templos.
Así, en noviembre de 2009, el rumor de que un joven cristiano de 20 años mantenía relaciones con una niña musulmana de 12 provocó que unos tres mil musulmanes arremetieran contra los cristianos en el poblado de Farshoot, unos 500 kilómetros al sur del Cairo, saqueando y destruyendo propiedades y tiendas coptas.
De igual manera, encolerizados por el rumor de que los cristianos habían comenzado la construcción de un nuevo templo, centenares de musulmanes atacaron la comunidad copta en la provincia noroccidental de Mesa Mathrouh, en marzo de 2010. Una veintena de coptos resultó herida a causa de la agresión, entre ellos mujeres y niños.
Cristianos: “blancos legítimos”
En cambio, el caso de dos mujeres egipcias, Kamilyah Shehatah y Wafaa Constantine, que en junio del pasado año abandonaron a sus esposos, sacerdotes coptos, se convirtieron al Islam y fueron forzadas a regresar a la Iglesia Copta, irritó a grupos islámicos fundamentalistas en Egipto y decretó una dura amenaza de al-Qaida.
Los cristianos serán “extirpados y dispersados” de Irak, “todos los centros cristianos, organizaciones e instituciones, líderes y fieles, son blancos legítimos para los muyahidines, donde quiera que puedan ser alcanzados,” señalaba una declaración de esa organización aparecida en Internet, que pedía también la liberación de Kamilyah Shehatah y Wafaa Constantine.
A finales de octubre pasado, efectivos de al-Qaida secuestraron a un grupo de fieles en la iglesia siria católica de Nuestra Señora de la Salvación en el centro de Bagdad. El secuestro culminó trágicamente con un saldo de 68 muertos y decenas de heridos cuando las fuerzas de seguridad iraquíes realizaron una operación para liberar a los fieles.
Una fuente de al-Qaida vinculó la toma de rehenes al supuesto secuestro de las mujeres egipcias.
En diciembre, dos personas murieron y otras dieciocho resultaron heridas en una serie de ataques con bombas contra hogares de familiares cristianas en diferentes lugares de Bagdad.
Desde octubre pasado, miles de cristianos han huido de Bagdad y buscado refugio en el relativamente más seguro norte del país.
Los cristianos coptos representan no menos del 10 % de la población egipcia de 82 millones de habitantes y constituyen la mayor comunidad cristiana en el mundo árabe.
La iglesia copta Ortodoxa está basada en las enseñanzas de Marcos, a quien la tradición reconoce como el discípulo que llevó el cristianismo a Egipto ya en el siglo I. La iglesia tiene 12 monasterios y unos 600 monjes, así como 300 monjas en 6 conventos.
Los mayores y más célebres monasterios se encuentran en Wadi El Natrun, entre ellos el monasterio de San Macario, que guarda las reliquias de Juan el Bautista y el profeta Eliseo.
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