viernes, 6 de marzo de 2009

Una enorme crisis, una inmensa oportunidad


Por Claudia Florentin



“La crisis económica mundial podría originar 50 millones de desempleados más en 2009, por lo que la cifra total alcanzaría los 230 millones, dice la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Las estimaciones de octubre de la OIT, eran que podrían desaparecer 20 millones de puestos para finales de 2009 como resultado de la crisis”.
Noticia terrible repetida y confirmada paso a paso en los dos primeros meses de este 2009. Noticia que debe movernos de la parálisis y llevarnos a pensar en las consecuencias espantosas de esta crisis que recién comienza: personas desempleadas, deprimidas, con pérdida de la dignidad, familias sumidas en la miseria, más gente en la calle, enfermedades, dolores, suicidios, más violencia….
No soy agorera y mucho menos economista (tengo más percepción que sentido de la teoría económica, lo confieso), pero quisiera con Uds. ver algo de lo que nos dice la Biblia sobre relaciones humanas, económicas y sociales:

1) Éxodo 22:25 “…Cuando prestares dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no te portarás con él como logrero, ni le impondrás usura…”

2) Deuteronomio 15:6 “…prestarás entonces a muchas naciones, mas tú no tomarás prestado…”

3) Deuteronomio 15:7,8 “…Cuando haya en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre, sino abrirás a él tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que necesite…”

4) Deuteronomio 15:12 “…Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra…”

5) “…Jehová empobrece, y él enriquece; Abate, y enaltece. Él levanta del polvo al pobre, Y del muladar exalta al menesteroso, Para hacerle sentarse con príncipes y heredar un sitio de honor…”

6) Proverbios 11:24-28 “…Hay quienes reparten, y les es añadido más; Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza. El alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él también será saciado. Al que acapara el grano, el pueblo lo maldecirá; Pero bendición será sobre la cabeza del que lo vende. El que procura el bien buscará favor; Mas al que busca el mal, éste le vendrá. El que confía en sus riquezas caerá; Mas los justos reverdecerán como ramas…”

7) Proverbios 19:17 “…A Jehová presta el que da al pobre, Y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar…”

8) Proverbios 28:27 “…El que da al pobre no tendrá pobreza…”

9) Isaías 32:8 “…el generoso pensará gene-rosidades, y por generosidades será exaltado…”

¿Le parece que el Antiguo Testamento es un poco fuera de contexto en la situación de la sociedad de hoy? Pues fíjese en el Nuevo:

1) Mateo 6:19, 20, 21 “…No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón…”

2) Marcos 12:42-44 “…Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento…”
3) Marcos 14:7 “…Siempre tendréis a los pobres con vosotros, y cuando queráis les podréis hacer bien…”

4) Lucas 14:12, 13, 14 “…Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar y seas recompensado. Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar…”

5) Lucas 18:22,23 “…Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico…”

6) II Corintios 9:5-15 “…Por tanto, tuve por necesario exhortar a los hermanos que fuesen primero a vosotros y preparasen primero vuestra generosidad antes prometida, para que esté lista como de generosidad, y no como de exigencia nuestra. Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre. Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.

7) Gálatas 6:6-10 “…El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye. No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe…”

8) I Timoteo 6:18, 19, 20 “…A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna…”

Bien, ¿a dónde estamos? ¿Por qué estamos así? Si me tomo las palabras de la Biblia como cristiana para mi vida, puedo encontrar con certeza que hemos errado el camino. En estos días de crisis mundial es fácil encontrar quienes analizan el presente con el Apocalipsis en la mano, pero no es necesario el último libro de la Biblia para comprender las razones y los tiempos. Toda la Biblia es un ramo de enseñanzas que nos muestran lo esencial, lo único que vale y permanece; pero no ha sido ese nuestro andar.

La sociedad occidental- mal llamada “cristiana”- ha hecho caso omiso de la radicalidad de la Biblia. Ha ganado la batalla el mal, ¿quién, el demonio?, llámelo como quiera, pero es simplemente el dinero, la raíz de todos los males, según el apóstol Pablo, que no andaba errado. La codicia, la avaricia, el afán de poseer, me aleja de Dios, me aleja de mis semejantes (allá ellos, si no se esfuerzan…), me hace victimario de mi hermano/a, de la naturaleza, y me aleja de mi propio ser.
Estamos pagando las consecuencias del alejamiento de la esencia. Hace unos años la Alianza Reformada Mundial sacó una confesión, llamada la Confesión de Accra, donde se alertaba de las terribles consecuencias de un sistema mundial centrado en el dinero, la especulación, la riqueza de algunos en detrimento de millones, el descuido de la naturaleza, etc. Muchos lo vieron como demasiado extremista. Hoy me suenan sus palabras al oído y la declaración del Foro de Malasia que, releyendo Accra, decía:

2.1- La Confesión de Accra advierte que podrá no haber vida en forma alguna si esta locura se mantiene, y nos recuerda a todas y todos que el llamado de Dios es a elegir la vida y no la muerte.

2.2- Es en este espíritu que afirmamos que la restauración de nuestras relaciones mutuas en base a las virtudes del amor mutuo, el respeto y la justicia, y nuestra interconexión con la Tierra y con el Dios compasivo la fuente misma de la vida es una necesidad urgente que toda la humanidad debe asumir.

2.3- Es en este espíritu que reconocemos que nuestra visión antropocéntrica de la naturaleza, es una visión desvirtuada de la creación de Dios.

2.4- Es en este espíritu que hemos sido llamadas y llamados a cuidar la Tierra porque es la fuente de vida; que deberíamos tratar de reciclar aquello que ya hemos tomado y encontrar nuestro reposo y nuestra renovación en su restauradora belleza.
2.5- Es en este espíritu que debemos rescatar el significado de la espiritualidad en nuestras vidas y reconectarnos con la naturaleza, la realidad encarnada del don de vida de Dios y la plenitud de la renovación de vida, en comunidades de celebración.

2.6- Es en este espíritu que deberíamos alegrarnos con las personas que se alegran y llorar con las que lloran, celebrando el amor y los cuidados de Dios por toda la creación al dar, sostener, transformar y finalizar la vida.

2.7- Es en este espíritu que reconocemos que en su teología y su adoración de la riqueza, su incomprensión de las bendiciones de Dios, y sus pensamientos antropocéntricos de las relaciones con la naturaleza y con Dios, muchas iglesias han distorsionado la total maravilla del propósito de Dios para la creación.

2.8- Por todo esto tratamos de rescatar nuestra espiritualidad a fin de poder ser empoderados para la vida en este mundo de muerte y destrucción.

¿Nos animamos como comunidades cristianas a dar algunos de estos pasos?
“No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.” Mateo 6:31-34:
Vemos en esta crisis que el dinero sencillamente desaparece, que no significa nada, y que todas las cosas que nos parecieron tan importantes, en realidad son secundarias. Quien construye la casa de su propia vida sólo en base a las cosas materiales visibles, como el éxito, la carrera y el dinero, construye sobre arena. La invitación aún hoy, porque los tiempos corren, es: Busquen lo verdaderamente importante, el Reino de Dios y su justicia; luchen por ella, predíquenla en un mundo abatido; presenten alternativas solidarias y justas, y todo lo demás vendrá añadido.