martes, 13 de marzo de 2012

Del 5 al 8 de febrero se realizó la XLIX asamblea sinodal de la Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata, en San Gustavo, Entre Ríos, Argentina, bajo el lema: «Quien tenga sed, venga y beba gratuitamente del agua de la vida» Ap. 22:17.

Queremos compartir con Uds. (en forma extractada) el pensamiento del Moderador de Mesa Valdense, recomendado como lectura y análisis introductorios a los trabajos sinodales.

«Había una vez un barco de buena madera, macizo y sobrio. Sin artesanados primorosos ni decorados ostentosos. Viejo, añoso, centenario, pero altivo y orgulloso de sus hazañas. Sus marineros lo cuidaban, lo mantenían limpio. Un calabrote grueso lo anclaba firmemente al muelle de los recuerdos, pero además cientos de cabos lo ataban al mismo muelle formando una gran telaraña. El muelle, por otra parte estaba lleno de tesoros, estibas con páginas de gloria, fardos de coraje y pasión, montañas de celo evangélico, barriles colmados de paciencia divina, barricas enteras llenas de amargas miserias y miedos a tinieblas y demonios.
Muchas cosas rodeaban ese puerto prolijo con una aduana eficiente y un registro minucioso. El barco estaba preparado, pero sus marineros no miraban el horizonte, pues estaban muy atareados cada uno en su puesto, cuidando su camarote, su porción de cuerda o su aparejo preferido. En eso estaban cuando de lo alto de un cerro vieron una nube de polvo que descendía hacia ellos. ¿Qué es eso que viene? se dijeron unos a otros. «Viene el capitán» dijo el vigía, y en menos que canta un gallo el capitán estuvo allí y de un brinco saltó a bordo mirando a cada uno de sus marineros y observando todo: muelle, rostros, jarcias, los depósitos de agua… «Huele a pez» dijo; -Si mi capitán, lo tenemos bien calafateado, ni una gota de agua entrará en este barco. «¿y las velas como están?», -impecables, todo está en orden capitán-. Muy bien, dijo el capitán, mirando el horizonte, entonces: «vamos a zarpar!».
Nadie habló por un rato, el silencio gritaba, hasta que un marinero se animó a decir: disculpe, pero es que este barco está un poco viejo ¿no será peligroso?, hace tiempo que no navega…. y todos los tesoros que están en tierra no caben, tendremos que dejarlos…
El capitán miró a cada uno y les dijo: «vine aquí a navegar, tengo un viaje que emprender, una misión que cumplir, ustedes son mis amigos, mis compañeros, los necesito; juntos hicimos este barco para hacer esta travesía, pero aquí, amarrado a los recuerdos de viejas hazañas no sirve para nada, así que decidan si vienen conmigo, de lo contrario me iré como vine, a buscar otros barcos o a construir balsas o canoas, pero seguro me iré».
Ante la inmovilidad de todos, el grumete, un adolescente, cortó el calabrote principal.. y la pesada nave cabeceó y despegó su quilla de la arena. Todos se agarraron del cordaje y las balaustradas porque estaban desacostumbrados a navegar.. «todavía está pesado» exclamó el capitán «tiren al agua esos cañones, no los precisamos! «tiren al agua esas cajas que guardan rencores, son pesadas como plomo!» «y esos barriles llenos de ácido de críticas impiadosas y destructivas también» esperen! no los tiren que no quiero contaminar el mar!! Mejor déjenlos en tierra bien resguardado en el archivo del olvido».
¿Para que son estas cosas? preguntaron blandiendo un remo y un salvavidas: «para cuándo tengamos viento en contra… y para cuando tengamos que rescatar náufragos» apronten todos los que encuentres porque vamos a necesitar muchos…contestó el capitán; y volviendo el rostro al cielo ordenó: «desplieguen las velas, el viento es favorable».
Allá en la proa un viejecito comenzó a cantar con voz cascada pero tintineante de alegría «partirá, la nave partirá…» poco a poco otros se le unieron y al rato un coro de voces vibraba por doquier, mientras ligera y resuelta, la nave viraba en busca de su mejor destino.
Ptr. Marcelo Nicolau

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Algunas impresiones personales.
Esta asamblea, que es el órgano máximo de decisión de la Iglesia Valdense, se reúne anualmente para construir lineamientos que orientan su organización institucional y su vida de Fe; y congrega a más de un centenar de personas, entre delegados de comunidades, visitantes y representantes de iglesias de otras denominaciones.
Este año estuvieron presentes la vicemoderadora de la Unión de Iglesias Valdense y Metodista en Italia, Daniela Manfrini y la estudiante para diaconisa Nataly Plavan; representantes de la Sociedad Valdense Norteamericana (AWS), de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina, de la Acción Apostólica Común (comunidad Toba), de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, de la Iglesia Presbiteriana Independiente del Brasil, de la Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos (PCUSA), de la Iglesia Reformada de la Argentina, de la Alianza de Iglesias Presbiterianas y Reformadas de América Latina, de la Eglise Francaise de Saint-Gall, Suiza, del Cantón de los Grisones, Suiza, de la Comunidad de Iglesias en Misión (CEVAA) y, hermanos de la República de Paraguay.
Con un clima tórrido, que no refrescó a pesar de algunas lluvias, fuimos recibidos, atendidos y «mimados» por una comunidad comprometida a la que no se les escapó ningún detalle. Desde niños alegres y serviciales, jóvenes y adultos trabajaron sin descanso en organizados grupos diarios para brindar alojamiento, comidas y atención a los visitantes... lo que muestra a personas comprometidas, pero que sobre todo... tendrán recambio generacional.
El día 5 comenzó con un culto de bienvenida y a la tarde un acto de conmemoración por los 40 años de la Comunidad de Iglesias en Misión (CEVAA), cerrando el día con música a cargo de un cantautor de la provincia de Misiones.
Los devocionales diarios (creativos y dinámicos) estuvieron a cargo de tres estudiantes de teología, cuyos mensajes predisponían positivamente a comenzar la jornada. Se trabajó en seis áreas: Desarrollo Institucional, Capacitación, Comunicación, Fortalecimiento de comunidades y Liderazgo, Diaconía y Mayordomía.
Esta última área, de la que formé parte, es siempre complicada porque debe analizar y recomendar acciones tendientes a equiparar presupuestos, tarea difícil dada la complejidad de la Institución. Formar parte de dos países con expectativas macro-micro económicas diferentes, complican bastante a la hora de balancear ingresos y egresos . Se recomendó a la Administración Central, estudiar la viabilidad de separar ambas administraciones y que éstas se integren con profesionales de cada país; sin olvidar que formamos un solo cuerpo.
Otro tema muy complicado y al que debe darse prioridad, es la falta de reconocimiento legal como Iglesia Valdense por las autoridades argentinas; un tema de larga data, sin soluciones en lo inmediato de acuerdo a lo informado por el propio Moderador.
Los delegados de cada comunidad trajeron para compartir, la alegría por haber cumplido - no sin grandes esfuerzos- con las metas financieras autopropuestas el año anterior, a pesar de lo cual...se deberá seguir «remando» con poco viento, esperanzados y confiados en «nuestro gran capitán».
En el plenario del día martes cada comisión compartió sus análisis y conclusiones recomendando distintos actos sinodales.
La comisión de Diaconía viene sufriendo inconvenientes para su integración, debido fundamentalmente a la complejidad de los temas a resolver. Basta saber que la Administración Central debe velar por el buen funcionamiento de Obras de Servicio e Instituciones que involucran a más de 200 personas … la mayoría de ellas en Uruguay.
El área de Capacitación recomienda diseñar una política de capacitación y acompañamiento general que involucre a niños, adolescentes, y laicos en general para poder desempeñar las diferentes gestiones, servicios y representaciones que se espera de las comunidades.
Se da mandato sinodal para la creación de una secretaría de comunicaciones integrada por profesionales en el área, que ayude a visibilizar el accionar de la Iglesia Valdense tanto en lo interno como externamente.
El miércoles -último día- tiene una dinámica distinta: cada uno/a ejercemos nuestro derecho a elegir democráticamente a quienes por un año regirán los destinos de la Institución Iglesia Valdense y además, y no menos importante, nos representarán internamente y en el exterior.
En su totalidad - a excepción de un miembro que declinó ser re-electo, por temas personales- fue ron elegidos los mismos integrantes del año anterior; quedando conformada de esta manera: Moderador: Ptr. Marcelo Nicolau; Sra. Mabel Gonnet; Sra. Silvia Benech; Ptr. Alvaro Michelín Salomón; Sr. Mario Genre Bert. suplentes: Juan David Planchón y Ptr. Ariel Charbonnier.
Para cerrar estas jornadas.... calurosas!!!! el Pastor Alvaro Michelin nos guió en un breve culto final (ya era muy tarde y nos esperaban muchos kms hasta nuestros hogares!!) donde nos dimos tiempo para cantar alabanzas, en agradecimiento al Dios de la Vida por acompañarnos en todo momento, permitiéndonos trabajar unidos y en comunión.

Para mi fue una experiencia enriquecedora desde lo institucional hasta lo humano.

Próximo Sínodo: 3 al 6 de febrero 2013, Parque XVII de Febrero, Colonia Valdense, Uruguay.