viernes, 26 de diciembre de 2008


Actividades próximas:

Cultos dominicales: a las 10,30 hs.
Domingo 11 y 25 de enero.
Domingo 11- Predicador: Jacques Combette
Domingo 25: con Santa cena
FEBRERO
Domingos 8 y 22
Domingo 8: Predicador invitado
Domingo 22: con Santa Cena
RECORDAMOS:
Domingo 28 de diciembre: CULTO DE ACCIÓN DE GRACIAS- Traer motivos de agradecimiento y algo para compartir (comestible) en un tiempito después del culto.

NO NOS OLVIDEMOS QUE DIOS NO SE TOMA VACACIONES, Y NUESTRA VIDA DE FE, TAMPOCO.
No dejemos de orar, de compartir la Palabra de Dios y de comunicarnos con nuestros hermanos y hermanas

FELIZ Y BENDECIDO 2009 SIGUIENDO LAS HUELLAS DE NUESTRO MAESTRO: JESÚS


CONSEJOS DE UN PADRE A SU HIJO:

* Observa el amanecer por lo menos una vez al año.
* Estrecha la mano con firmeza, y mira a la gente de frente a los ojos.
* Ten un buen equipo de música.
* Elige a un socio de la misma manera que elegirías a un compañero de tenis: busca que sea fuerte donde tú eres débil y viceversa.
* Desconfía de los fanfarrones: nadie alardea de lo que le sobra.
* Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa.
* Evita a las personas negativas; siempre tienen un problema para cada solución.
* Maneja autos que no sean muy caros, pero date el gusto de tener una buena casa.
* Nunca existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión.
* No hagas comentarios sobre el peso de una persona, ni le digas a alguien que está perdiendo el pelo. Ya lo sabe.
* Recuerda que se logra más de las personas por medio del estímulo que del reproche (dile al débil que es fuerte y lo verás hacer fuerza).
* Anímate a presentarte a alguien que te cae bien simplemente con una sonrisa y diciendo: Mi nombre es fulano de tal; todavía no nos han presentado.
* Nunca amenaces si no estás dispuesto a cumplir.
* Muestra respeto extra por las personas que hacen el trabajo más pesado.
* Has lo que sea correcto, sin importar lo que otros piensen.
* Dale una mano a tu hijo cada vez que tengas la oportunidad. Llegará el momento en que ya no te dejará hacerlo.
* Aprende a mirar a la gente desde sus sandalias y no desde las tuyas. Ubica tus pretensiones en el marco de tus posibilidades.
* Recuerda el viejo proverbio: Sin deudas, sin peligro.
* No hay nada más difícil que responder a las preguntas de los necios.
* Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil a tu prójimo. (El que no vive para servir, no sirve para vivir).
* Acude a tus compromisos a tiempo. La puntualidad es el respeto por el tiempo ajeno.
* Confía en Dios, pero cierra tu auto con llave.
* Recuerda que el gran amor y el gran desafío incluyen también 'el gran riesgo'.
* Nunca confundas riqueza con éxito.
* No pierdas nunca el sentido del humor y aprende a reírte de tus propios defectos.
* No esperes que otro sepa lo que quieres si no lo dices
* Aunque tengas una posición holgada, has que tus hijos paguen parte de sus estudios.
* Has dos copias de las fotos que saques y envíalas a las personas que aparezcan en las fotos.
* Trata a tus empleados con el mismo respeto con que tratas a tus clientes.
* No olvides que el silencio es a veces la mejor respuesta.
* No deseches una buena idea porque no te gusta de quien viene.
* Nunca compres un colchón barato: nos pasamos la tercera parte nuestra vida encima de él.
* No confundas confort con felicidad.
* Nunca compres nada eléctrico en una feria artesanal.
* Escucha el doble de lo que hablas (por eso Dios nos dio dos oídos y una sola boca).
* Cuando necesites un consejo profesional, pídelo a profesionales y no a amigos.
* Aprende a distinguir quiénes son tus amigos y quiénes son tus enemigos.
* Nunca envidies: la envidia es el homenaje que la mediocridad le rinde al talento.
* Recuerda que la felicidad no es una meta sino un camino: disfruta mientras lo recorres.
* Si no quieres sentirte frustrado, no te pongas metas imposibles.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Otra Navidad es posible (y necesaria)




Propuestas para una Navidad alternativa
José Eizaguirre, SM
Artículo publicado en la revista Vida Nueva, nº 2.406, 20-27 de diciembre de 2003

La Navidad, ¿según san Mateo o según santa Claus?

Hay momentos en que la Navidad nos deja un sabor agridulce. Quizá no sea más que ese sentimiento contradictorio que en algún instante nos llega todos los años por estas fechas al experimentar la dicotomía entre lo que sabemos que celebramos y la manera como vemos que se está celebrando.
Pero ¿qué es lo que estamos festejando en Navidad? Otros, ya lo vemos; nosotros, los cristianos, celebramos que Dios, el Dios infinito, invisible e inefable, se ha encarnado, se ha hecho uno como nosotros en la persona de Jesús de Nazaret. Y además, naciendo de una muchacha virgen en una aldea remota de una región remota de un imperio. Y lo ha hecho por su voluntad soberana y, sobre todo, por el desmedido amor que nos tiene, para enseñarnos a vivir como hijos suyos, miembros de una única familia, y para acercarnos a Él. ¿Cabe celebrar misterio más asombroso y alegría más inconcebible?
Sin embargo, es fácil constatar cómo la celebración de la Navidad se ha ido progresivamente banalizando en nuestra sociedad. Entre tanta parafernalia se hace cada vez más difícil encontrar el misterio de ese Dios que se abaja desmesuradamente, haciéndose ser humano y además, instalándose en la periferia de la sociedad. Con los relatos evangélicos en la mano –y en el corazón–, la celebración de la Navidad debería suscitarnos unas vivencias muy distintas a las que nos invitan las costumbres sociales o los medios de comunicación.
Es así. En la cultura del consumismo en que vivimos, las fiestas Navideñas parecen precisamente la gran fiesta del derroche donde todo el mundo echa el resto, algo así como las fiestas patronales del consumismo, la gran celebración donde se manifiesta la grandeza del sistema (ocultando sus miserias). Y ello precisamente tomando como pretexto la Navidad. ¿No es un insulto para los cristianos?
Del mismo modo que nos ofende y molesta la manipulación social que se hace de algunos sacramentos, no podemos dejar de sentir un cierto amargor e indignación ante esta otra manipulación. Cuando uno piensa que todo este despliegue se realiza precisamente ahora porque coincide con la celebración de la Navidad, ¿cómo no sentirse ofendido?
Siendo fieles a la verdad, hay que reconocer la parte de responsabilidad que tenemos los cristianos en que hoy se celebre la Navidad con estos excesos. No en balde son los llamados “países cristianos” los que están a la cabeza del consumismo. Pero una vez hecho este necesario acto de contrición, ¿no podríamos hacer algo para corregirlo?
No basta que procuremos cada uno vivir la Navidad de la mejor manera posible, no basta que “nosotros” vivamos la Navidad cristianamente mientras fuera, en la calle, se utiliza el nombre de nuestro Dios en vano. De alguna manera debemos expresar que la Navidad no es eso y que –¡por el amor de Dios!– no se confundan las cosas.
¿Pero qué podemos hacer? Desde luego nada si pensamos en “cambiarlo todo”. Pero, tal vez sí podamos hacer pequeños gestos de afirmación y rebeldía. Estas páginas quieren ser precisamente una invitación a comenzar por aquí, a empezar por algún “gesto profético” que muestre que “otra Navidad es posible” (y necesaria).

Un “gesto”

Podemos decir que un gesto es una acción visible que remite a un significado. Cuando, por ejemplo, durante la celebración de la eucaristía el presidente nos invita a “intercambiar entre nosotros un gesto de paz”, lo que hacemos es hacer visible con una pequeña acción la realidad que queremos significar: que somos hermanos, unidos en Cristo, partícipes de una misma Cena.
Pero los gestos no solo remiten a un significado real; a veces, con nuestros gestos expresamos simplemente aquello que queremos vivir y que no siempre vivimos. En ocasiones no es primero el significado y luego el signo sino al revés. Volviendo al ejemplo, ¿no sucede a veces así con el gesto eucarístico de la paz? Seguro que alguna vez nos ha pasado: tengo ciertas reservas con alguien a mi lado por un incidente que hemos protagonizado hace poco, llega el momento de la paz y... “sea, es verdad, no tiene sentido seguir dolido; por mi parte está todo olvidado, la paz sea contigo”. En este caso, el gesto no ha sido signo de la paz que reina entre nosotros sino precisamente su detonante; el gesto litúrgico nos ha ayudado a “hacer las paces”. Los gestos nos ayudan así a vivir aquello que queremos vivir; mejor dicho, aquello que ya vivimos, aunque todavía no del todo.
Éste puede ser un sentido claro de nuestro gesto. Expresamos no sólo lo que ya vivimos sino sobre todo lo que queremos vivir y todavía no vivimos en plenitud. Y confiamos en que nuestro gesto nos ayude a ello.
En el caso que nos ocupa, con nuestro gesto navideño no sólo queremos denunciar una situación no querida por Dios, también estamos moviéndonos en la dirección en que nos queremos mover. Nuestro gesto nos ayuda a vivir la Navidad como el Evangelio nos invita a vivirla y no como nos invita el “mundo”.

Un gesto “profético”

Pero aunque nosotros mismos seamos los primeros destinatarios de nuestro gesto, no debemos olvidar su dimensión visible, su repercusión externa. La Biblia es constante al reflejar que en toda acción profética hay una doble componente de anuncio y de denuncia. Los profetas del Antiguo Testamento, el mismo Jesús y luego sus discípulos fueron gestos vivos de denuncia de una situación no querida por Dios y de anuncio de una buena noticia de salvación.
Algunos gestos proféticos fueron especialmente llamativos, como los pedidos por Dios a Jeremías, realizados generalmente “a vista de todos” (Jr 19, 10; 32, 12). Otros son más modestos en su proclamación pública, pero no menos exigentes en su realización. En cualquier caso, todo gesto profético ha de ser mínimamente visible, pues de eso se trata, de denunciar públicamente una situación no querida por Dios y de anunciar un mensaje de conversión y de salvación.

Un gesto profético compartido

Cada uno de nosotros somos gestos vivos de muchas cosas; es la expresión natural de lo que somos y de los dones que hemos recibido. Somos así “profetas” que mostramos con nuestro actuar tal o cual aspecto del Evangelio. Pero cuando es toda la comunidad cristiana la que se pone de acuerdo para insistir en determinado aspecto del Evangelio, ¡eso sí es un signo llamativo! En esta sociedad que fomenta el individualismo, el que un grupo de personas obren a la par y de común acuerdo es algo que llama la atención y que cuestiona.
A eso estamos precisamente llamados como miembros de la Iglesia, a ser en comunión signo de salvación, sal de la tierra y luz de las gentes: No se enciende una luz para meterla debajo de la cama sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de la casa. Alumbre también vuestra luz a los hombres; que vean el bien que hacéis y glorifiquen a vuestro Padre del cielo (Mt 5, 15-26).
Y esto sin olvidar que, además, hacia dentro todo proceso de búsqueda y de puesta en práctica de algo que realizamos juntos siempre tendrá una repercusión positiva, en cuanto contribuye a la comunión y a la búsqueda conjunta de la voluntad de Dios. Por eso, las propuestas que vienen a continuación –concebidas inicialmente para comunidades de vida consagrada– pueden realizarse a título individual, pero es mejor si se llevan a la práctica conjuntamente.

Algunos ejemplos
Ante un consumismo desmesurado, consumo solidario.

No hace falta insistir en la irracionalidad del consumismo excesivo durante las fiestas navideñas, un consumismo que ignora y ofende a esos dos tercios de la humanidad que sobreviven con lo imprescindible o con menos que eso.
¿Podríamos hacer algún gesto que recordara la existencia de esa “periferia” del sistema? Una periferia en la que sabemos que nuestro Señor vino a poner su morada. No se trata de abstenerse de consumir, cosa que al fin y al cabo necesitamos –aunque nunca vendrá mal que moderemos nuestro consumo–, sino de hacerlo de otra manera, con otro sentido.
¿Qué tal sonaría una cena de Navidad compuesta exclusivamente (o, al menos, tanto como se pueda) por productos de Comercio Justo? Seguramente nos costará encontrar pavo o pescado de Comercio Justo, pero ahí está la creatividad y el abrirnos a otro tipo de menú. Nuestra cena será menos “tradicional” pero más solidaria. No dejaremos de celebrar por ello el nacimiento de nuestro Salvador y sí realizaremos un gesto precioso de compartir las alegrías y las penas de los que luchan por unas relaciones comerciales justas. ¡Una cena de Navidad alternativa!

Ante el “¡que la suerte te acompañe!”, que nos acompañe otro Espíritu

Si las navidades son las fiestas patronales del consumismo, el sorteo de la lotería de Navidad es uno de sus eventos culminantes. Cada año se baten nuevos “récords históricos” de recaudación. Sirva un detalle: ¿alguien recuerda algún año en que alguno de los premios mayores haya revertido a la Administración porque precisamente ese número no llegó a venderse? Según el Organismo Nacional de Loterías y Apuestas del Estado (4), en el año 2002 se vendió el 95% de la emisión. Si se repite el mismo porcentaje, este año los españoles nos gastaremos 2.382.600.000 euros, que repartidos entre los 42,6 millones que somos resulta una media de 55,93 euros por persona (5). Son cifras que hablan por sí mismas. ¿Nos apuntamos al juego?
Pero más allá de las cantidades, nos enfrentamos aquí al “espíritu de la lotería”, ese eslogan laico de “¡Que la suerte te acompañe!”, con el que cedemos una vuelta de tuerca más a la progresiva desaparición de Dios de nuestro lenguaje. Pero, sobre todo, un eslogan y un espíritu transmisores de unos valores que, cuando menos, debemos juzgar a la luz del Evangelio.
Es verdad que muchas veces compramos participaciones de lotería de parroquias, asociaciones y entidades sin ánimo de lucro que con este sistema cubren parte de sus ingresos anuales. Bien está el colaborar con nuestro dinero a todas estas causas, pero, nuevamente, ¿por qué para ayudar a otros hay que entrar en el juego de la lotería?
En rigor, los juegos de azar no son en sí mismos contrarios a la justicia, aunque resultan moralmente inaceptables cuando se destinan a ellos cantidades exorbitantes que privan a las personas de atender a sus necesidades o a las de los demás (6). Y ciertamente que es normal en nuestra sociedad jugar a la Lotería de Navidad. Pero lo que aquí se propone es precisamente ir más allá de lo que todos vemos como “normal” y adelantarnos en un gesto intencionadamente profético. Que quienes nos conozcan sepan que nosotros, que estamos celebrando otra cosa, no queremos participar en un juego cualitativa y cuantitativamente tan ajeno a nuestro “espíritu de la Navidad”. Y si no tenemos más remedio que comprar alguna participación, procuremos deshacernos de los boletos antes del día del sorteo. ¡Ese sí que puede ser un gesto profético y llamativo!

Ante la cultura del regalo, regalos contraculturales

La cultura consumista ha sido muy hábil para disfrazar el desmesurado consumo navideño a través de la justificación de los regalos. Es verdad que gastamos mucho en Navidad, pero no es para nosotros sino para regalar a otros. La buena noticia de la encarnación de Dios nos hace estar tan contentos que transmitimos nuestra alegría acompañándola de un obsequio. Tiene su sentido... pero al final, también tiene su trampa. Si me han regalado, yo también tendré que regalar. Tenemos que hacer un regalo a... porque es lo “tradicional”. Al final, entre todos los regalos que nos hacemos unos a otros, es difícil no caer en el cebo consumista que nos hace perder el sentido gratuito de todo regalo.
¿Podríamos reaccionar ante esta cultura del regalo entrampado? He aquí varias posibilidades:
- Transmitamos el gozo de la Navidad con regalos que no cuesten dinero: una tarjeta que lleve algo de nosotros, una carta reposada, una llamada oportuna, un largo rato pasado con quien nos necesita... Y para aquellos más hábiles o creativos, ¿por qué no regalar algo hecho por nosotros, algo que lleve algo de nosotros mismos? Y, de paso, pensemos en destinar a los pobres el dinero que habíamos previsto gastar en regalos.
- Diferir los regalos en el tiempo. Si tenemos que regalar algo, hagámoslo en otro momento del año. Desde luego que nuestro regalo será así más gratuito e inesperado. Esto puede ser especialmente recomendable si tenemos que regalar algo a niños sabiendo que en estas fechas van a estar literalmente sepultados en juguetes. Apenas notarán un regalo menos y sí lo agradecerán, por inesperado, cuando se lo demos pasado un mes o dos.
- Hacer regalos alternativos. Regalos que lleven algo de Dios y del Niño que no tuvo sitio en la posada. Por ejemplo ¿qué tal hacer un donativo en nombre de otro y mandarle el recibo a su nombre? “Pensando en ti he dado este dinero para esta causa; he preferido dedicar el dinero que iba a gastarme en ti en darlo a otros que lo necesitan más. Espero que sepas comprender este gesto, que te hace a ti también más generoso, y te invito a repetirlo”. O también regalar productos artesanales procedentes del Tercer o Cuarto Mundo, acompañados de la correspondiente explicación. ¿Y por qué no regalar una suscripción a una revista religiosa o solidaria?
- Anunciar de antemano que rechazamos todo regalo. Convenzamos a nuestros familiares y amigos que no necesitamos regalos para creer en su amistad; y que si quieren hacerlo, que preferimos que su generosidad se vuelque en aquellos que están más necesitados. “El mejor regalo que me puedes hacer por Navidad es un recibo de un donativo tuyo a una ONG”. ¿Qué tal suena esto?
- Pedir en nuestras empresas que la cesta de Navidad tradicional esté compuesta este año por productos de Comercio Justo, ofreciéndose si es preciso a preparar los paquetes. Y animar a otros compañeros de trabajo a hacer lo mismo, explicando razonadamente nuestros motivos.

Ante la estética del espumillón, una decoración alternativa


¿Alguien se ha preguntado de dónde procede la estética navideña y qué sentido tiene? No es suficiente responder que tanta lucecita y tanto espumillón son signos de alegría y fiesta; en otras fiestas que celebramos a lo largo del año la decoración no es la misma. El belén tiene una larga tradición católica (y cierto fundamento bíblico), sobre todo en España, pero ¿sabemos el sentido que tiene llenar un árbol de luces de colores?
En el fondo, la pregunta importante es: ¿Qué queremos que nos recuerde la decoración navideña de nuestra casa? ¿Está expresando los valores evangélicos o más bien otro tipo de valores? ¿Nos está ayudando a vivir las claves cristianas de la Navidad? ¿Cuáles son los sentimientos que queremos que nos suscite? ¿Y qué estamos transmitiendo con esta decoración navideña a quienes vienen a nuestra casa?
Y a continuación: ¿es ésta la decoración más adecuada para todo esto? Más allá del “siempre hemos decorado la casa así”, este año tenemos la oportunidad de decorarla de otra manera, de modo que a nosotros nos lo recuerde y a quien entre en nuestra casa en estos días le haga darse cuenta: “es verdad: aquí se vive la Navidad de otra manera...”.
¡Claro que hay que decorar la casa y engalanarla de fiesta! Pero de tal manera que nuestra decoración nos recuerde siempre el motivo de nuestra alegría. Y aquí en cada lugar tendremos que dar nuestra propia respuesta. Vayan, no obstante, algunas pinceladas temblorosas:
- ¿Por quién se ha encarnado Jesús? Por ti, por mí, por todos los de la casa. Pues decorémosla con fotos nuestras, que nos recuerde que somos nosotros lo más importante en ella. Tal vez cuando nos encontremos en el pasillo o en la cocina las fotos de los demás, surgirá una oración de agradecimiento y petición... “Es verdad, Jesús se ha encarnado por ti”.
- ¿Por quién más se ha encarnado Jesús? Por todos los seres humanos, y especialmente por aquellos más necesitados. Pues decoremos la casa con fotos de todos ellos: los hambrientos, los refugiados, los mendigos... ¿Mal gusto? Al contrario: es el gusto originario de la Navidad (¡que se lo digan a María!)... Ellos, como los pastores de Belén, siguen siendo los primeros destinatarios de la Buena Noticia.
- ¿Qué ha venido a traer Jesús a la tierra? El don de la paz. Pues decoremos la casa con motivos que nos lo recuerden.
- ...Y así podríamos seguir.

Ante una tradición importada, la importancia de nuestra tradición

Seguro que en este punto hay opiniones para todos los gustos, pero no quiero dejar de recordar lo fácilmente que vamos incorporando a nuestro universo navideño imágenes y conceptos importados de otras culturas (sobre todo, la anglosajona). Un señor gordinflón vestido de rojo que viaja en un trineo volador tirado por renos y que sobrevuela los tejados nevados y entra en las casas por la chimenea para dejar regalos en los calcetines no es precisamente algo que encaje naturalmente en nuestra cultura.
Respetemos y valoremos otras tradiciones culturales, pero sepamos también apreciar la importancia de la nuestra. A la hora de decorar nuestra casa, de elegir un papel para envolver un regalo, de aceptar una bolsa en una tienda, de enviar una felicitación navideña... Puestos a elegir entre el Portal de Belén con sus pastorcitos y Papa Noel con sus renos voladores, ¿todavía vamos a dudar?

Ante la avalancha de imágenes y mensajes, silencio mediático

En la cultura de la imagen en que vivimos, las fiestas navideñas también parecen ser el momento culminante de los recursos publicitarios: anuncios luminosos, montajes que cubren las fachadas de los grandes almacenes, reportajes publicitarios en televisión, espectáculos y galas especiales... Podemos preguntarnos qué valores están transmitiendo todos esos mensajes que nos inundan estos días. ¿Son los valores evangélicos o por el contrario son más bien los valores del “mundo”?
¿Qué tal sonaría una acción protesta ante tanta avalancha de mensajes “anti-navideños”? ¿Qué tal sonaría una familia o una comunidad religiosa que decide pasar todo el tiempo de Navidad sin encender la televisión (salvo, tal vez, los informativos)? No es dar la espalda al mundo, es un gesto de protesta y denuncia de que en estas fechas los medios de comunicación están desvirtuando el sentido cristiano de la Navidad. ¡Silencio para la caja tonta!
Porque si hay una época del año cristiano en que se impone el silencio –después del Viernes Santo– es Navidad. ¿Quién puede captar lo que supone el misterio de la Encarnación? Ante un abismo así, ante una maravilla extraordinaria que supera nuestra capacidad, hagamos un silencio igualmente extraordinario.
Y, de rebote, ese “silencio de televisión” podría favorecer otro tipo de comunicación entre nosotros...

Ante un sentimentalismo barato, una auténtica comunicación personal

Es un hecho que la Navidad nos enternece el corazón. La propia publicidad utiliza con frecuencia esta especial receptividad a lo sensible que todos tenemos en estas fechas. Nos volvemos más tiernos, más cariñosos, nos decimos cosas bonitas y nos deseamos los mejores deseos... pero debemos preguntarnos: ¿hay verdadera ternura, auténtica comunicación personal, acercamiento sincero a la realidad del otro? La respuesta tiene mucho que ver con esta otra pregunta: ¿qué queda de todo esto pasadas las fiestas?
He aquí un gesto que será poco visible en el momento, pero tal vez con repercusiones profundas a medio plazo: aprovechemos estos días para ahondar en nuestra comunicación. Si nos ponemos “sentimentales”, que lo sea de verdad.
Seguramente más de una vez hemos recibido como auténtico regalo una confidencia, una corrección fraterna, unas palabras sinceras acerca de nosotros mismos y de cómo nos perciben los demás. Pues bien, tal vez esta Navidad puede ser una excelente ocasión para “regalarnos sinceridad”. Podría ser esa conversación que lleva tanto tiempo esperando. O mejor una carta en la que, con la tranquilidad que da la expresión escrita, nos atrevemos a decirnos lo que habitualmente nos reservamos. O, para familias o comunidades, tal vez sea la ocasión de realizar una dinámica de grupos, si es preciso con la ayuda de algún profesional.
“Es Navidad; regale sinceridad”. ¡Qué mejor eslogan para estas fechas! ¡Qué mejor homenaje a Aquel que para eso ha nacido y para eso ha venido al mundo: para ser testimonio de la Verdad (Jn 18, 37)!
Ante el “vuelve a casa por Navidad”, invitar a nuestra casa a los que no pueden
Las fiestas navideñas son las fiestas familiares por antonomasia. Todos hacemos un esfuerzo por reunirnos en estos días con el núcleo familiar o con la comunidad religiosa. Son días de especial convivencia. Nadie “ajeno” al ámbito familiar o comunitario suele compartir con nosotros unas celebraciones tan íntimas.
Pues bien, excepcionalmente, ¿por qué no abrirnos a quienes no tienen con quien compartir estos días? Me refiero a personas del entorno que sabemos que pasan la Nochebuena solos. Puede ser bonito compartir así esa noche la intimidad de la celebración.
Todavía más: Salid a las plazas y calles de la ciudad y haced entrar al banquete a los pobres y lisiados, a los ciegos y cojos (Lc 14, 21). Es verdad que “sentar un pobre a la mesa” en Navidad y despedirle después puede resultar contradictorio y hasta escandaloso. Pero tal vez se nos ocurran fórmulas para compartir la mesa con los “pobres y lisiados”. ¿Por qué no pensar en pasar la Nochebuena en un albergue de transeúntes o en un asilo de desahuciados?
Por ejemplo, desde hace años miembros de la Comunidad de San Egidio preparan y sirven una comida el día de Navidad para todos aquellos sin techo con quienes se viene tratando a lo largo del año (el año pasado fueron más de seiscientos). Es una iniciativa más entre otras para mostrar que Jesús nace entre los pobres. Seguro que todos tenemos a mano alguna iniciativa parecida a la que apuntarnos.

De consumidores pasivos a voceros de la Navidad

Hemos partido de un cierto malestar ante cómo se está desvirtuando el sentido de la Navidad en nuestra sociedad. Y hemos propuesto unas cuantas sugerencias que pueden ayudarnos a vivir aquello que queremos vivir. En primer lugar por nosotros mismos, pero también por lo que nuestro gesto puede tener de anuncio y denuncia de otra Navidad posible y necesaria.
¿Queremos seguir anunciando y denunciando? Entonces aún tenemos tarea por delante:
- Si, por ejemplo, nos parece mal que nuestras autoridades municipales dediquen tanto dinero a iluminar las calles mientras hay personas sin techo que duermen en ellas, ¡digámoselo! Escribamos una carta a nuestro alcalde expresando que, como ciudadanos y como cristianos, no estamos de acuerdo con ese aspecto de su gestión municipal y que preferimos que el dinero de nuestros impuestos se dedique en Navidad a atender las necesidades de los marginados antes que a kilovatios superfluos. Nuestra carta será como una gota perdida en un océano, pero ¿y si el alcalde recibiera cien o mil cartas como ésa?
- Si nos disgusta la utilización de motivos navideños como instrumento comercial para vender más, ¡hagámoslo saber! Escribamos a los centros comerciales diciendo que, como clientes y como cristianos, nos ofende que utilicen motivos religiosos como reclamo publicitario y que mientras lo sigan haciendo elegiremos otros establecimientos más respetuosos con nuestras creencias. Nuevamente nuestra carta no ocasionará más que una leve sonrisa al Director Comercial, pero ¿y si fueran cien o mil cartas las que recibiera?
- Y si nos desagrada el que los medios de comunicación –empezando por la telebasura– cuenten parcialmente la realidad y nos presenten una Navidad de cava y mazapán, ¡no nos conformemos! Sigamos escribiendo una y mil cartas a los medios pidiendo que no oculten estos días ese rostro sombrío de quienes se quedan al margen. Que además de las fiestas de los ricos, queremos que nos retransmitan cómo pasan la Navidad los que no tienen nada y aquellos que los acompañan.
¿Todavía nos parece poco? Si, además de estas cartas, queremos que nuestra voz llegue realmente a la calle, ¡salgamos a la calle! ¿Qué tal una manifestación silenciosa por una zona comercial en hora punta con petos o pancartas al estilo de “Recuerda: en Etiopía también es Navidad”? O poner carteles en el barrio con el lema: “¿Y tú qué celebras realmente en Navidad?”. O fabricar chapas o pegatinas y llevarlas encima todos estos días: “¡Quien ha venido es Jesús, no Santa Claus!”... Son propuestas creativas y vistosas, probablemente no para todos, que llevadas a cabo siempre con respeto pueden ser tan válidas como las anteriores. Si otros hacen estas cosas para anunciar sus productos o sus ideas, ¿por qué no nosotros, los cristianos?

Conclusión

Aquí van algunas sugerencias a modo de ejemplos. Seguro que más de una es ingenua o irrealizable. No importa; no se ofrecen como recetas a copiar sino como ideas a desarrollar, para que se intuya que es mucho lo que podemos hacer para mostrar que la Navidad es otra cosa distinta de lo que nos ofrece hoy nuestra sociedad. Por eso tan importante –o más– que el gesto en sí es el proceso que nos ha de llevar a él: por qué y para qué hacemos lo que hacemos. En el fondo no se trata más que de preguntarnos qué es la Navidad para nosotros, cómo queremos vivirla y qué podemos hacer para ayudarnos a vivirla como queremos.
Celebremos el misterio de la Encarnación, ¡claro que sí! Juntémonos a comer, regalémonos lo mejor de nosotros mismos, vistámonos de fiesta, compartamos con otros nuestra alegría y reservemos también algún tiempo para el silencio. Pero busquemos también gestos que nos ayuden a nosotros mismos y que manifiesten a quienes nos contemplan qué es realmente lo que estamos celebrando: el misterio de un Dios que nos quiere tanto que se ha hecho uno como nosotros. O, mejor dicho, uno como los últimos de nosotros.

Tres citas para terminar
Hay un proverbio escocés que, gracias a Internet, se está haciendo universal:

Muchas cosas pequeñas,
en muchos lugares pequeños,
hechas por mucha gente pequeña,
pueden transformar el mundo.


No está mal. Una frase ilusionante que nos pone en línea con los grandes sueños que nos mueven. ¿Quién no ha soñado alguna vez con transformar el mundo? ¿Quién no sigue soñando con otro mundo distinto?
Bien. De acuerdo. Probablemente no vayamos a transformar el mundo. Probablemente no consigamos cambiar las políticas de nuestros ayuntamientos, ni las estrategias comerciales de las grandes superficies, ni las tendencias sesgadas de los medios de comunicación.

Tal vez seamos “soñadores más modestos”. Quizás entonces sintonicemos mejor con la cita de Eduardo Galeano:
Son cosas chiquitas.
No acaban con la pobreza, no nos sacan del subdesarrollo,
no socializan los medios de producción,
y, de cambio, no expropian las cuevas de Alí Babá.
Pero quizás desencadenen la alegría del hacer y la traduzcan en actos.
Y, al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla, aunque sea un poquito,
es la única manera de probar que la realidad es transformable.


Sí, es legítimo y cristiano aspirar a transformar el mundo, pero probablemente lo más que lleguemos a transformar sea un poquito la realidad de nuestro espacio inmediato. No es poco, porque demostraremos que la realidad es transformable.

Pero aún en el caso de que ni siquiera ese entorno cercano pueda ser cambiado, todavía nos queda el cuento genial de Tony de Mello:

Una vez llegó un profeta a una ciudad
con el fin de convertir a sus habitantes.
Al principio la gente le escuchaba cuando hablaba,
pero poco a poco se fueron apartando,
hasta que no hubo nadie
que escuchara las palabras del profeta.
Cierto día, un viajante le dijo al profeta:
«¿Por qué sigues predicando?
¿No ves que tu misión es imposible?».
Y el profeta le respondió:
«Al principio tenía la esperanza
de poder cambiarlos.
Pero si ahora sigo gritando
es únicamente para que no me cambien ellos a mí» (7).


Esto sí que no nos lo quitará nadie. Aunque nos parezca que nada cambia a nuestro alrededor, aunque no veamos el resultado de nuestro gesto, al menos seguiremos siendo fieles a nosotros mismos y a la manera como queremos vivir la Navidad. Y, en esta fidelidad, seguiremos voceando que otra Navidad es posible (¡y necesaria!). Merece la pena.

NOTAS:
1- EL MUNDO, 15-12-97.
2- ABC, 5-12-03
3- LA RAZÓN, 23-11-03
4- EL MUNDO, 18-11-03
5- El estudio de la CECU mencionado estima que cada madrileño se gastará este año 149 euros en Lotería de Navidad.
6- Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 2413.
7- Anthony de Mello, El canto del pájaro. Sal Terrae 1982, p.82

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Señor, renueva tu Paz


Señor renueva tu paz en medio de tu pueblo.

Queremos pedirte
Paz para aquellos que lloran en silencio
Paz para los que no pueden hablar
Paz cuando parece que todo perece.

Señor renueva tu paz en medio de tu pueblo.

En medio de la ira, la violencia y el desencanto;
de las guerras y la destrucción de la tierra.
Muéstranos, en esta oscuridad, tu luz.

Señor renueva tu paz en medio de tu pueblo.

Queremos pedirte
Paz para aquellos que alzan su voz en reclamo
Paz cuando muchos no la quieran escuchar
Paz mientras hallamos el camino y a la justicia.

Señor renueva tu paz en medio de tu pueblo.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Actividades próximas



TIEMPO DE ADVIENTO

Nos preparamos espiritualmente para la

Navidad



Todos los Cultos son a las 10,30 hs.


7 de diciembre- 2do. Domingo de Adviento
14 de diciembre- 3er. Domingo de Adviento


Domingo 21 de diciembre: CULTO NAVIDEÑO de NIÑOS Y NIÑAS

Jueves 25- CULTO DE NAVIDAD- 11 hs.

Domingo 28 de diciembre: CULTO DE ACCIÓN DE GRACIAS
-----------------------------------------------
11 de diciembre- 20 hs. Actuación del Coro “Cantares del Caminante”



RECORDAMOS:
Miércoles 10: Consistorio a las 19 hs.
Jueves 11: Damas a las 15,30 hs.
Sábados 6 y 20: Escuela Bíblica de Niños/as de 16 a 17,30 hs.
Viernes 19 a las 19 hs. Catecismo de Adultos

NO SE PUEDE HACER FELICES A TODOS

Un padre y su hijo fueron al mercado a comprar un asno. Después de largo rato de selección y regateo, por fin encontraron el más adecuado. Pusieron un cabestro en su cuello y empezaron a caminar a la casa, primero el padre, luego su hijo, y detrás el asno.
Caminaron juntos un rato, cuando se encontraron con un grupo de hombres, conversando entre sí, y escucharon sus comen­tarios: - "¡Que locos son! ¡Compraron un asno y ni lo aprovechan! Regresan caminando, en vez de montar sobre él".

Al escuchar esto, el padre y el hijo se sentaron sobre el animal.

Más adelante, había otro grupo de gente que los miraron y comentaron: - "¡Que crueles que son estos dos! Están sentados los dos sobre el pobre asno. ¡Lo van a matar!"

- Muy avergonzados, el padre se bajó del asno y dejó solo al hijo, montándolo.

Al seguir el viaje, otro grupo de personas dijeron: - "¡Que mal educado es el muchacho! ¡No tiene respeto para los mayores! El anda en el asno y deja, que su padre vaya a pie". - El hijo, avergonzado, bajó y ofreció su lugar al padre.

Luego pasaron cerca de un pozo, donde se encontraba un grupo de mujeres que estaban conversando, que comentaron: - "¡Que poca compasión tiene el viejo! Durante todo el camino ha ido sentado en el asno, y deja a su hijo que ande a pie. Seguramente debe estar muy cansado".

Por fin, para poder complacer a todos, entre los dos cargaron el asno sobre sus espaldas, y así llegaron hasta la casa.

martes, 23 de septiembre de 2008

JUAN CALVINO- El Reformador de Ginebra (2° parte)



Con motivo de conmemorarse en 2009 el quinto centenario del nacimiento de Juan Calvino, en el número anterior de “El Mensajero” iniciamos la publicación de una síntesis del libro del pastor Giorgio Tourn con el título de más arriba. Hoy nos referiremos al capítulo:
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2) HUMANISTA
A) Abogado
La Paris del siglo XVI está muy lejos de ser la capital de la Francia tal como hoy se la conoce: en las provincias quedan activos, importantes centros con sus parlamentos y universidades y donde conservan su prestigio pequeñas cortes de antiguos reinos. A la Universidad de Orleáns que había tenido a Erasmo como docente de literatura clásica y a Reuchlin de hebraico, se dirige Calvino para seguir a uno de los más grandes juristas de la época: Pierre de l'Estoile, representante de la tradición jurídica francesa y se forma en su escuela. Sus amistades, todas del ambiente estudiantil, son serias y seguras y algunas se mantendrán firmemente aún cuando la cuestión religiosa los dividirá.
El Calvino de esa época continúa siendo el muchacho de Noyon aunque haya crecido, poco inclinado a la vida de los estudiantes, más bien reservado, de salud no muy brillante y religioso como todos. Goza de la estima de sus maestros y también de sus compañeros, al punto de elegirlo como su representante.
En 1529 se transfiere a Bourges, la tierra de Juana de Arco, para conocer un nuevo profesor, una luminaria del derecho llegado de Italia, Andrea Alciati.
Aquí comienza también a estudiar griego con Colmar, un alemán que será expulsado por ser luterano, lo mismo que el primo de Calvino; Pierre Robert (llamado Olivetan) por ser evangélico convencido. Ambos hombres parecen haber ejercido alguna influencia sobre Calvino en materia religiosa.
Fiel a la fe católica sin ser fanático, en 1531 debe ir a Noyon en ocasión de la muerte de su padre que había sido excomulgado a causa de un litigio con el Capítulo y por lo cual se le negaba sepultura religiosa. El joven debió entablar largos trámites para lograr las exequias deseadas. No obstante, sus relaciones con el obispado se mantienen excelentes, tanto que el beneficio obtenido en 1521 es todavía sustanciosamente aumentado.
La desaparición del padre afectó seriamente a nuestro personaje y la figura fuerte y competente de aquél quedará por siempre presente en la vida del hijo, al punto que en los momentos decisivos de su vida, Calvino encontrará su presencia en su camino personificada por Farel en Ginebra y por Bucero en Estrasburgo, y precisamente a través de la autorizada voz de estos hombres percibirá su vocación.
Obtenido el título de abogado en 1532, Calvino se transfiere a París, pero no para ejercer la profesión sino para frecuentar el Colegio de Francia, instituto universitario que está sustituyendo a la Sorbona, donde profundizará sus estudios de Latin y griego.
Después de algunos meses Calvino publica su primer trabajo, un tratado de filosofía moral, el “De clementia” de Anneo Séneca. Este hecho es interesante porque se trata de un texto que ya Erasmo había comentado y nuestro joven no duda en medirse con el gran maestro con una pizca de presunción juvenil. Importante es también que se trata de un ensayo de política.
O sea, Calvino comienza a interesarse en política.
La idea que uno puede hacerse de nuestro joven abogado en ese período parisiense es el de un estudioso brillante, agradable conversador, en busca de celebridad, o sea un representante de aquel ambiente culto, la aristocracia del estudio, que el humanismo sustituyó en el clérigo medieval.

En la Francia de aquellos días el problema religioso está al orden del día: en París se formó un grupo de creyentes de fe evangélica alrededor de un rico mercader, Etiènne de la Forge, que morirá mártir. Por haber predicado el evangelio dos eclesiásticos son quemados vivos en la plaza de Grève, que se hará célebre por sus hogueras. En Meaux un grupo de cardadores que leía las Escrituras y predicaba, fue desbaratado.
No sabemos si estos hechos tuvieron alguna influencia sobre el pensamiento religioso de Calvino, pero al decidir su destino será un hechos externo un hecho totalmente casual.

B) El Sire d'Espeville
El año académico 1533 de la universidad parisina se abrió en una iglesia de franciscanos observantes, con un discurso de su rector Nicola Cop, amigo de Calvino, en el que comenta las bienaventuranzas evangélicas leyéndolas a la luz de la doctrina de la justificación por fe, tal como lo predicaba Lutero y que en aquellos años constituyó para muchos un descubrimiento, un anuncio liberador, al proveer la clave de lectura para la revelación cristiana entendida como mensaje de gracia.
El mundo intelectual parisino es convulsionado por este discurso, al punto que la Sorbona denuncia la herejía luterana. Al intervenir el Parlamento, Cop evita el arresto refugiándose en Estrasburgo. Dado que Calvino se siente implicado por haber participado activamente en la redacción de tal discurso de Cop, decide alejarse de París con el falso nombre de sire d'Espeville, del cual no es fácil seguir sus continuos desplazamientos. Se sabe sólo que por un tiempo estuvo en la casa de un amigo discípulo de Lefèvre, donde escribe la obra “Psychopannychia”, un ensayo polémico contra la tesis del sueño de las almas después de la muerte sostenida por los anabaptistas.
En abril de 1534 Calvino se presenta en la corte de Margarita de Navarra en Nérac, la cual aunque sin declararse nunca abiertamente evangélica, seguirá contactándolo. Allí se critica la corrupción del clero y las supersticiones papistas, pero apenas asoma alguna amenaza de persecución ese mundo se dispersa como una bandada de pájaros. En mayo del mismo año se presenta al Capítulo de la catedral de Noyon para renunciar a los beneficios eclesiásticos de que gozaba. Meses después se lo encuentra en Poitiers, huésped de amigos influyentes que por su fe la pagaron con su vida.
En todo este período de vida clandestina vemos cómo Calvino va saliendo del catolicismo reformista de Nicola Cop para acercarse lentamente al mundo religioso reformado. Los grupos evangélicos que puede haber encontrado no son grupos organizados, sino encuentros espontáneos de creyentes constituidos por laicos cultos, hombres del pueblo, todo de modo informal.
De la experiencia de esos años derivan su concepción de la iglesia, no una institución sino una comunidad de creyentes, cuyo elemento constitutivo está representado por la presencia del Espíritu, su concepción de la fe como confianza absoluta en Dios, de la Santa Cena como encuentro con el Cristo viviente. No se trata de pensamientos abstractos de elaboración conceptual, sino de confrontaciones vividas.

c) Conversión
En 1534 se produce todo un escándalo en París al aparecer fijados en las calles y en el mismo palacio real, carteles contra el abuso de la misa papal al considerar que ella constituye en sí una blasfemia al ser único el sacrificio de Cristo, una vez por todas, y que no puede repetirse a través de su presencia en la hostia. Este acto provocatorio había sido inspirado por Harcourt, un predicador que se había exiliado en Neuchâtel, fundándolo en el texto de la Epístola a los Hebreos. Es así que ese texto se convierte para los evangélicos franceses en el texto de referencia para la fe y la Reforma, como había sido la Carta a los Romanos para Lutero.
Negar la misa significa anular el sacerdocio, la jerarquía, el papado; no sólo reformar la iglesia tradicional, sino demolerla. A esta situación la Francia tradicional responde en 1535 con una procesión expiatoria en la cual el soberano toma parte, descalzo y con un cirio en la mano, seguido por la corte y por dignatarios en seis etapas, cada una de las cuales era marcada por una hoguera en la cual ardían otras tantas víctimas.
Con la anuencia de Francisco I se multiplican las condenas a muerte, las hogueras y las decapitaciones de todos aquellos acusados de haber atacado a la iglesia, por lo cual el único camino posible para un creyente es el exilio o el martirio. Es así que a fines de ese año 1534 Calvino, sospechado en materia de fe desde el punto de vista de la Sorbona deja Francia para refugiarse en Estrasburgo. Es posible que a esta decisión haya contribuido el temor a la represión, pero más seguramente porque ha hecho una elección: habiendo definitivamente roto con aquella que ahora no puede más ser considerada la iglesia de Jesucristo, y no esperando más nada de Roma y de una posible reforma, se ha alineado de modo definitivo con el evangelio.
En toda esta experiencia vivida Calvino vio confirmado lo que Pablo escribe a los romanos: “Aquellos a los que Dios ha justificado, también los ha llamado y aquellos que ha llamado también los ha predestinado…”. Como la justificación por la fe había sido para Lutero la respuesta evangélica a su atormentada búsqueda de Dios, así podría leerse la predestinación, que será luego característica de su predicación, no como fruto de una elaboración doctrinal, de una búsqueda teológica, sino como el resultado de la experiencia personal.

D) Exiliado
Después de una breve estadía en Estrasburgo, Calvino pasa a Basilea, ciudad en gran parte evangélica como una gran porción de la Suiza nororiental. Por otro lado, era uno de los refugios privilegiados para todos aquellos que huían de la persecución religiosa: el italiano Celio Curione, el francés Guillaume Farel, algunos alemanes anabaptistas y, no casualmente, Erasmo, patriarca de la cultura europea. Orgullosa de su tolerancia, la ciudad de Ecolampadio es también un centro de alta cultura, donde los tipógrafos imprimen a gran ritmo Biblias y tratados.
El primer trabajo que Calvino emprende en Basilea es la revisión y presentación de la traducción de la Biblia en francés que su primo Olivetán está llevando a cabo por encargo de los valdenses. Será impresa en Neuchâtel en 1535 y el tipógrafo será Pierre de Vingle, el mismo de los carteles que habían aparecido pegados en París el año anterior. La impronta de Calvino sobre esta primera Biblia protestante es doble: lingüística y teológica. Olivetán, excepcional conocedor del hebraico domina el francés menos que Calvino, que como hombre de letras sabe darle mayor claridad y precisión al texto de su primo, filológicamente correcto pero lingüísticamente retorcido.
El trabajo sobre la Biblia de Olivetán es seguido por la redacción de la “Christianae Religionis Institutio” que se presenta en la Feria de Francfort en 1536, un verdadero best-seller de 300 páginas en el que Calvino expone con palabras simples, claras, comprensibles para todos, en qué términos un creyente evangélico expresa su fe. Lo hace comentando los Diez Mandamientos, el Credo, el Padre Nuestro y los Sacramentos.
Por este libro Calvino pasa de ser un ilustre desconocido a una de las personas más notables sobre la escena religiosa europea. Este éxito no se debe a los pensamientos y tesis expuestos, sobre los cuales ya se había escrito, sino a su claridad y a su orden.
Tal vez más que el tratado llama la atención la carta que lo acompaña dirigida a Francisco I, tomando la defensa de la fe evangélica y de sus correligionarios calumniados y perseguidos en Francia, todo ello en un lenguaje privado de arrogancia y de retórica pero insistente y claro.
Mientras su libro se va difundiendo en Europa, Calvino parte de Basilea para Italia con destino, Ferrara, donde reside Renata de Francia. Esta mujer de alta cultura, aunque católica, ve con simpatía las ideas evangélicas y, lo mismo que su prima Margarita, mantendrá luego una intensa correspondencia con Calvino.
De Italia vuelve a París y de allí a Noyon para arreglar algunos asuntos familiares. De aquí vuelve a Estrasburgo y luego a Basilea, pero pasando por Ginebra dadas las hostilidades franco-imperiales.

LA BIBLIA LLEGA A NUESTRO BARRIO


Por la mañana de 11 a 12 hs: en la calle Cabildo, entre Sucre y Virrey del Pino, se distribuirán folletos, invitando para las actividades de la tarde en la Iglesia Evangélica Luterana Unida - Amenábar 1767.

Por la tarde, de 17 a 18 hs.
«CINCO MINUTOS CON LA BIBLIA»- lectura y puesta en común de la idea sugerida por el texto. Para jóvenes y adultos.
«LA BIBLIA Y EL ARTE», lecturas breves que podrán plasmarse en dibujos o modelado. Para niños/as de 7 a 14 años.
En ambos talleres habrá música y los 15 minutos finales
serán para un cierre con oración y canto.
Participan: Iglesias Anglicana, Presbiteriana, Católica Romana. Luterana Argentina ,Luterana Unida, Evangélica del Río de la Plata, Alianza Cristiana y Misionera, Reformada de Buenos Aires, Metodista y Discípulos de Cristo.

jueves, 28 de agosto de 2008

Vivir la Reforma

¿Más fácil antes o ahora?

¿Es más fácil o es más difícil vivir los valores de la Reforma hoy de lo que fue hace 500 años? En ese tiempo todo era nuevo, todo estaba por hacerse y era necesario consolidar una forma de vivir diferente a la que se tenía. Hoy en día hay toda una historia que nos marca, hay una tradición que tratamos de honrar y la realidad nos sigue desafiando a encontrar respuestas que sean auténticas. Todo esto es cierto, sin embargo a causa de la secularización del siglo XX pareciera que la vivencia de la fe ocupa otro lugar en la vida de las personas, o sino, al menos la religión debe “competir” con una larga lista de realidades que también reclaman nuestra atención, muchos de estos temas son importantes y valen la pena.

¿Cuál es el sentido de la reforma protestante hoy en día? Esta es una pregunta que debemos hacernos cada día, al menos si buscamos ser coherentes en la vivencia de la fe. La tan repetida máxima reformada que dice que “reformados siempre reformándonos” a veces es solo eso: una máxima, una intención que cuesta mucho llevar a la práctica porque las tradiciones del pasado parecieran que nos dan identidad, y nos cuesta pensarnos sin ser de “esa” manera.

Quiero compartir con ustedes algunos temas que creo nos desafían a vivir nuestra fe en forma renovada y al mismo tiempo arraigada en las profundas raíces de la historia.

g La soberanía de Dios sigue siendo un punto de partida esencial en el mundo como nos toca vivir hoy en día. La realidad nos señala que muchas situaciones demandan nuestra lealtad para lograr nuestra adhesión. La cultura consumista que nos lleva a 'soñar' tener lo que no tenemos, o a ser lo que no somos. Dice Jesús “nadie puede servir a dos amor…no se puede servir a Dios y a las riquezas” (Mateo 6: 24).La sociedad que nos rodea quiere convencernos que nuestra identidad está en la cantidad de cosas que tenemos o el lugar importante que ocupamos y que entonces la vida es una carrera tras esos logros. Nuestras madres y nuestros padres de la fe estaban convencidas y convencidos que Dios tenía un propósito para la vida y que creer en Dios hacía una diferencia, tanto que la voluntad de Dios era algo que marcaba las prioridades de la vida y buscaban compartir esa voluntad para que todas las personas sintieran que la vida tenía sentido. Tal vez hoy no compartamos toda su metodología, pero debemos preguntarnos si esa convicción de la soberanía de Dios marca nuestras palabras, pensamientos y acciones. Misión, evangelización, servicio, proclamación de la voluntad de Dios solo tienen sentido si Dios es la fuente que nos nutre.

g La cultura del éxito y la prosperidad va haciéndose cada vez más popular e incluso permean nuestras iglesias. Se extiende la creencia que la voluntad de Dios es la prosperidad que si a las personas les va bien económicamente y tiene éxito es porque Dios así lo quiere, y por el contrario, si no hay prosperidad o éxito social es señal que hay un pecado en la vida por la que Dios no bendice. Pareciera que en muchos sectores sociales esta se vuelve la norma con la que se mide la vida. Ante esta realidad ¿como se sentiría Jesús en su cruz, muriendo por nuestra vida? Según las pautas de esta forma de pensar Jesús en la cruz es la imagen misma de fracaso ya que ninguna persona exitosa y próspera muere la más maldita de las muertes, y menos aún puede ser eso la voluntad de Dios. ¿Qué hacemos con este tema central de la fe? Sin muerte, no hay resurrección y como dice el apóstol Pablo, si no hay resurrección nuestra fe no tiene sentido. No siempre la prosperidad es voluntad de Dios, y menos aún podemos creer que el servicio, la diaconía, el compromiso con “huérfanos, viudas, extranjeros o los pobres” es señal de fracaso. La lógica de Dios es bien diferente a la lógica de nuestros tiempos.

g La plenitud de vida como promesa de Jesús sigue siendo lo que nos desafía al compromiso, a la solidaridad, a la renovación de la esperanza. ¿Creemos que Jesús vino para que toda la creación tuviera vida en plenitud? Entonces como vivimos la vida ante las situaciones de acuciante injusticia es importante. Una economía que privilegia a pocas personas y excluye a multitudes, la guerra, la destrucción de la creación, la violencia, el hambre, la discriminación y violencia que sufren las mujeres, la discriminación por motivos sexuales, la niñez abandonada, la terrible realidad del VIH Sida, el dengue, la tuberculosis. Cuanto de todo esto que destruye la vida podría ser diferente si se aplicaran esfuerzos reales para honrar la vida siguiendo la voluntad de Dios, no en teoría sino en práctica de manera que la vida fuera el don de Dios y no un club de privilegiados.

g La centralidad de la Biblia como origen de lo creemos, o como dice el conocido himno “que me dice lo que soy, de quien vengo y donde voy”. Sostenemos la fe en nuestra cotidiana relación con la Biblia: leerla, aprender, ser corregidos y corregidas por la palabra de Dios. No solamente los textos que tanto conocemos y amamos sino también los textos que nos incomodan y que nos llaman a mirar la vida, nuestras prácticas, nuestras realidades con otros ojos los ojos puestos en la enseñanza de Dios. Dice el salmo 19 que la enseñanza del Señor “es fiel, es justa, es pura, es perfecta y nos da vida”. Hay que volver a la Biblia, leer lo que Dios sigue diciendo y abrir la vida a lo nuevo que aprendemos, debemos esforzarnos para volver a esos textos que dicen lo que no queremos escuchar y aprender a escuchar de nuevo lo que creemos que dice pero que a veces puede ser diferente. ¿Cuánto hace que la Biblia no nos sorprende, no nos desestabiliza? La Reforma fue posible entre otras razones porque dejaron que el Espíritu de Dios se expresara abriendo ventanas y puertas y dejando entrar un soplo de aire renovado.

Por supuesto hay muchos otros temas para considerar. En los programas de trabajo de la Alianza Reformada Mundial (http://www.warc.ch/) hay mucho para ver y seguir hoy trabajando por los valores que nos nutre nuestra tradición reformada. En el año 2009 se celebra el 500 aniversario de Calvino, buen momento para considerar algunas de sus enseñanzas más incómodas, pero necesarias. Quisiera desafiar a la iglesia a dedicar un tiempo para leer y estudiar en grupos la Confesión de Accra sobre la Injusticia Económica y Destrucción de la tierra; que bueno sería encontrar los medios económicos para traducir al castellano el Manual de participación de mujeres y hombres en la vida de la iglesia. Hay cosas que desde nuestra región podemos hacer dentro del espíritu vivo de la Reforma.

Creo que ni más fácil ni más difícil que antes, es diferente, este es nuestro tiempo y las respuestas las debemos proveer ahora para este tiempo. Hay mucho por hacer y es un buen tiempo para preguntarnos como vamos a “apropiarnos” de nuestra tradición reformada para seguir siendo reformados en este tiempo, siempre en proceso de reformarnos.

Roberto H. Jordan
Pastor Iglesias Reformadas en Argentina
Miembro del Comité Ejecutivo de la Alianza Reformada Mundial.

Palabras malas y plumas de ave

Había una vez una mujer que tenía una costumbre muy mala y desagradable. Hablaba mal de toda la gente.
Una vez se dio cuenta que una mujer sobre la cual ella había comentado cosas desagradables, era realmente una persona muy buena y agradable. Así que ella lamentó mucho haber hablado mal de su vecina. Quería retirar de alguna manera sus palabras dañinas y trabar amistad con esta mujer tan buena, y con este fin fue a ver al Rabí de la ciudad y le contó su historia.
El Rabí, que era una persona muy sabia y muy conocedor de las leyes, le dio el siguiente consejo:
«Anda al mercado y compra un pollo. En el camino de regreso a tu casa, saca las plumas del pollo y las dejas caer en el camino».
La mujer fue al mercado e hizo todo lo que se le dijo. Cuando regresó a la oficina del Rabí, le dijo: «Aquí está el ave sin pluma. Hice todo lo que me dijiste.»
El Rabí le contestó:
«Esta era sólo la mitad de tu tarea. Ahora regresa al mismo camino y recoge todas las plumas que tiraste.»
La mujer fue a buscar por todos lados, pero no pudo encontrar sino tan sólo dos plumas. Volvió a la oficina del Rabí y le dijo: - «Son éstas las únicas plumas que pude encontrar, y nada más».
«Bueno, eso sería una buena lección para ti» - le dijo el Rabí. «De la misma manera que a las plumas se las llevó el viento y no se pueden encontrar nunca más, lo mismo pasa con las malas palabras que las lleva el viento para siempre, y nunca más puedes recuperarlas.»


Que Dios nos ayude a hablar verdad, paz, afectos, solidaridad.
Que Su palabra sea la lámpara que ilumine el andar cotidiano. Amén.

Claudia Florentín

jueves, 24 de julio de 2008

Actividades: SETIEMBRE

Celebramos el culto a Dios los domingos a las 10:30 horas.
Terceros domingos con Santa Cena.

Los cultos dominicales son un espacio de comunión, encuentros, adoración
y desafíos. Los esperamos.
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Setiembre: MES DE LA BIBLIA

27 de setiembre
LA BIBLIA LLEGA AL BARRIO

Por la mañana de 11 a 12 hs. en la calle Cabildo, entre Sucre y Virrey del Pino, se distribuirán folletos, invitando para las actividades de la tarde en la IELU -Amenábar 1767

Por la tarde:
"CINCO MINUTOS CON LA BIBLIA"- lectura y puesta en común de la idea sugerida por el texto. Para jóvenes y adultos.
"LA BIBLIA Y EL ARTE", lecturas breves que podrán plasmarse en dibujos o modelado. Para niños/as de 7 a 14 años.

En ambos talleres habrá música y los 15 minutos finales serán para un cierre con oración y canto.

Participan: Iglesias Anglicana, Presbiteriana, Católica Romana. Luterana Argentina ,Luterana Unida, Evangélica del Río de la Plata, Alianza Cristiana y Misionera, Reformada de Buenos Aires, Metodista y Discípulos de Cristo.

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ACTIVIDADES HABITUALES

Consistorio: 16 de setiembre, 19 hs.
Grupo de Damas: jueves 11 de setiembre a las 15:30.
Escuela Bíblica para niños y niñas: 1er. sábado 10:30 en Sucre 2855
y 3er. sábado 15:30 en IERBA.
Estudios Bíblicos: Grupo zona norte: 24 de setiembre 16 hs,
Estudio de la Biblia: Esta actividad destinada a estudiar el texto bíblico se realiza un viernes al mes a las 19 hs. en nuestro salón. Setiembre: viernes 12
Culto de Jóvenes: Tercer domingo de cada mes a las 18 hs. en Sucre 2855.
Espacios de Espiritualidad - Taize: 4to. sábados de cada mes, a las 19 hs. Lugar consultar al 4781-7108.
Cuartos domingos: Predicador invitado.


HOGAR ESTUDIANTIL Valdo-Reformado – Rincón 1076 – Capital

Es una obra diacónica conjunta de la Iglesia Evangélica Valdense y la Iglesia Reformada Argentina, donde conviven estudiantes terciarios del interior del país. Para mayor información, comunicarse con secretaría.

Juan Calvino, el reformador

El 10 de Julio de 2009 se cumplirán 500 años del nacimiento de Juan Calvino, una de las mayores personalidades de la historia europea. Con tal motivo hemos considerado pertinente hacer conocer, en ocho cortas entregas, una síntesis de la pequeña obra biográfica del pastor Giorgio Tourn con el título del encabezamiento. Todo esto al entender que será un aporte útil y válido para los miembros y amigos de IERBA que, como comunidad, se nutre en el difícil pero estimulante pensamiento de este reformador.
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1) JUVENTUD
A la sombra de la catedral

En 1521 la revolución de la edad moderna está cambiando el rostro de la Europa medieval. Ha sido descubierto un nuevo continente, la economía tradicional se está transformando radicalmente bajo el impulso del humanismo, y las novedades en las artes y en los estudios se subsiguen a un ritmo frenético. Sin embargo en Noyon, la ciudad francesa donde doce años antes naciera Juan Calvino, la vida continúa en forma muy tradicional a la sombra de la catedral, el gran edificio de la ciudad que recuerda a todos en forma bien visible el significado de su presencia. Como curador fiscal y escribano del capítulo de esta catedral se desempeña maître Cauvin, padre de Juan, quien por sus relaciones obtiene para su hijo un “beneficio” para proseguir sus estudios, esto es el dinero obtenido en una de las capillas por misas, indulgencias y ofrendas. Que este “beneficio” fuese asignado a un laico adolescente no constituía en esa época escándalo alguno, si se tiene en cuenta que un miembro de los duques de Savoia fue designado obispo de Ginebra a los 7 años.

Es cierto, no obstante, que esta costumbre tradicional de vender o asignar “beneficios” o cargos eclesiásticos o indulgencias estaba provocando reacciones en toda Europa, y ya cuatro años antes, en 1517, el monje Martín Lutero se había hecho sentir con sus 95 tesis en una protesta que rápidamente se estaba extendiendo a pesar de la excomunión de aquél. Es más, este hecho y la publicación de algunos escritos como “La maldad babilónica de la iglesia” y “El llamado de la nobleza alemana” desencadenaron en la opinión pública europea un ardiente debate. El doceañero Calvino probablemente ignora todo esto y su única preocupación es el estudio del latín en la escuelita de Noyon.
Si es cierto que el hombre adulto es el fruto de lo que fue su infancia, debemos dirigir una rápida mirada al ambiente en el cual crece. Su familia es de extracción popular, pero que con arduo trabajo consiguió crearse una situación de relativo bienestar.
La casa de maître Cauvin y de sus hijos (3 varones, 2 de los cuales lo seguirán a Ginebra y 2 mujeres), se vio privada muy temprano de la presencia de la madre, que muere cuando Juan tiene 6 años. Muy probablemente este hecho pueda haber influido en su carácter sensible y melancólico de adulto. Poco expansivo y amante de los libros, es, con todo, un muchacho como todos. Entre sus compañeros de estudio se encuentran los hijos de una importante familia de Noyon perteneciente a la antigua nobleza de Francia y que explicaría, al frecuentar su casa con asiduidad, ese trato de Calvino un tanto distante, levemente aristocrático que lo caracteriza y le permite dirigirse libre de complejos, sin cortesanías pero también sin arrogancia, tanto a los reyes como a los prelados.
Maître Cauvin tiene grandes proyectos para este hijo y, una vez terminados sus estudios primarios, lo envía a Paris a lo de un tío, para que asista a las mejores escuelas de la capital.
La Paris que descubre es un mundo en plena transformación. Es un mundo en el cual se está afirmando la cultura humanística de influencia italiana donde reina Francisco I, joven soberano moderno que ama rodearse de señoras rena-centistas con una corte de artistas y literatos.
Calvino frecuenta en primer lugar el colegio de la Marche, donde tiene un excelente maestro de latín que, luego de convertirse al luteranismo, se encontrará con él en Ginebra. Luego pasa a uno de los colegios más célebres de la capital, el Montaigu, donde se prepara para el sacerdocio en una atmósfera de verdadera mortificación: levantarse al alba, escasa comida, las infracciones castigadas con azotes, pero en el cual habían estudiado los mayores personajes del siglo: Erasmo, Rabelais e Ignacio de Loyola. Si bien estos años no favorecieron su salud (las hemicráneas y los dolores de hígado hicieron en los años sucesivos un continuo sufrimiento de su vida), ese tiempo consolidó las bases de su formación cultural, familiarizándolo con el latín y enseñándole el arte del debatir.
Sus profesores tienen grandes esperanzas de que un alumno tan aplicado y serio abrace la vida eclesiástica, pero por causas no conocidas maître Cauvin elige los estudios de abogacía para su hijo y éste obedece sin discusión. Como quería su padre, sería abogado y buen católico.

B) Entre Meaux y la Sorbona
Mientras Calvino continúa con sus estudios está emergiendo en Francia un movimiento reformado de tipo evangélico que, aunque manteniéndose en la tradición católica, busca eliminar los elementos espurios.
Inspirado en la obra de Erasmo, cuyo Nuevo Testamento griego Lucero y Zwinglio habían utilizado para sus traducciones al alemán, y de su discípulo Lefevre D'Etaples, también el insigne biblista con su traducción del Nuevo Testamento en francés, este evangelismo propugna una purificación de la fe cristiana con un retorno a las fuentes bíblicas.
El epicentro de este reformismo evangélico francés es la diócesis de Meaux, ciudad cercana a la capital, donde el mismo obispo se empeña en limitar el culto de las reliquias y la práctica de las indulgencias, imponiendo al clero cursos de doctrina, y sobre todo, programando predicaciones sobre las Sacras Escrituras.
La diócesis de Meaux se transforma así en el laboratorio en donde se experimenta una reforma moderna del catolicismo, allí trabajan Lefèvre y un equipo de predicadores, como Farel, que encontraremos más adelante.

En 1530, en un campo puramente cultural pero con fuerte incidencia en lo religioso, Francisco I funda el Colegio de Francia, en el cual inician cursos prestigiosos docentes para la enseñaza del griego y del hebraico. Estos hombres, profundamente creyentes, ponen su ciencia y su doctrina al servicio del pueblo cristiano, en la convicción de que el estudio de las Escrituras y la difusión de la cultura no pueden más que servir a la fe y poner remedio a la ignorancia y a la corrupción a menudo presente en las instituciones eclesiásticas.
Quien espera que esta exigencia de reforma, sentida por curas, laicos, estudiosos y demás ciudadanos sea apoyada por las autoridades eclesiásticas, quedará desilusionado: la reacción es de pánico, de parálisis y cualquier propuesta de reforma es rechazada.
La Sorbona condena sin apelación no sólo las publicaciones reformistas sino también la enseñanza de las lenguas bíblicas, al punto de considerar una herejía el sostener que para comprender las Sacras Escrituras es necesario conocer los idiomas griego y hebraico.
Es más, el obispo de Meaux es obligado a desistir de sus reformas y Lefèvre a retomar su peregrinaje a través de Francia.
¿Qué es lo que sabe Calvino de todo esto? ¿o sea de lo sucedido en Meaux, de la hoguera en que fue quemado un franciscano acusado de blasfemia, o de la hoguera para las obras de Lutero requisadas de las librerías, o del hecho sobre una estatua de la Virgen decapitada por manos desconocidas que dio lugar a una semana de ritos penitenciales con el soberano en primera fila y que desencadenó una verdadera caza al luterano?.
No puede haberlo ignorado completamente: son los hechos del día que estaban en la boca de cada parisino, aunque lejos de sus preocupaciones de estudiante. Lo que no sabe es que estos hechos constituyen el inicio de una larga historia de martirio y de persecuciones, en la cual, acto seguido, él habría de implicarse.

Traducido y adaptado por Héctor Berger

LA BIBLIA Y LA CULTURA INDÍGENA

La primera edición de la Palabra de Dios en una lengua indígena argentina, corresponde al evangelio de Lucas en yahgan en el año 1881, luego se publicarían el evangelio de Juan y el libro de los Hechos de los Apóstoles. Esos serían a la postre los únicos libros de texto en esa lengua, hoy extinguida.

Según escribe el historiador Arnoldo Canclini en su libro “Así nació Usuahia”, la Sociedad Bíblica imprimió 1.000 ejemplares de cada uno de estos libros. Fueron distribuidos entre los indígenas, que lo leían en sus casas y utilizados en la escuela y en la iglesia. Es dramático pensar que, cuando se hizo la última edición, el número de indios era menor que el de libros ya que en 1886 solo quedaban 397 yahganes en el archipiélago.

La creencia general de que algunos indígenas hablan usando sólo unos cuantos vocablos ensartados sin ton ni son, ni gramática, es totalmente falsa. Cada lengua indígena es un idioma bien desarrollado y tan complejo como cualquiera de nuestros idiomas europeos.
Llamar a estos idiomas despectivamente dialectos es rebajar la mentalidad y el lenguaje de nuestros hermanos indígenas, quienes tienen todas las capacidades y recursos de lenguaje necesarios para expresar sus ideas, emociones y anhelos.

Volviendo al ejemplo de la lengua yahgán, Tomás Bridge, misionero anglicano dejó una obra monumental. El diccionario del idioma yaghán.
Darwin había dicho que “apenas merecía el nombre de lenguaje articulado y que se parecía al ruido que emite un europeo al hacer gárgaras”, pero dicha lengua tenía según el diccionario de Bridge, 32.000 palabras. ¡Muchas más que las que Darwin conocía en su idioma!

Bridge consideraba esta lengua “suave, agradable y sonora”. Esto es un misterio de la lingüística. Se dice que su forma de vida, que le obligaba a guarecerse en su choza, durante casi constantes tormentas, y a pasar el rato conversando, es una de las razones para tal prodigio, ya que los relatos que vivían imaginando aguzaban la significación de los términos.

El idioma es mucho más que una serie de palabras agrupadas con gramática. Es una manera de ver al mundo, una cosmovisión propia.
Ernesto Cardenal en un encuentro paralelo del III Congreso Internacional de la lengua española (Rosario, noviembre 2004) dijo al respecto: “Cuando se pierde una lengua, es una visión del mundo lo que se pierde”.

Es ya sabido que una de las áreas de discriminación más severas que sufre el indígena es la del idioma. Es muy raro el caso en que un indígena se le aprecie por lo bien que se exprese en su idioma materno; por lo general se los ridiculiza y discrimina.
En contraste con la abundancia de libros y materiales impresos en los idiomas oficiales para los indígenas, la Biblia es por lo general el primer libro del que disponen en su idioma materno. Y esto es ya un elemento de suprema importancia.

Con la traducción de la Biblia a una lengua indígena se inicia, por lo general, un proceso de estandarización del idioma. Además la Biblia dada en forma escrita, provee un material escrito que abre las posibilidades para que el indígena aprenda a leer y a escribir en su propio idioma. La Biblia así trasciende las fronteras religiosas y se convierte en un valioso instrumento de la sociedad, para la educación y el desarrollo de un sentimiento de identidad y autoestima. La distribución de la Biblia en el idioma indígena, ha abierto puertas para la inserción del indígena a la sociedad nacional. Algunos líderes de étnias indígenas manifiestan que la Biblia en su idioma es para ellos como un diccionario de su lengua materna.

Los idiomas originarios en nuestras tierras fueron orales o ágrafos. En el caso del proyecto a lengua chorote, al tiempo de recibir el pedido formal de los indígenas, el primer impedimento fue que se debía transformar la lengua oral en una escrita, como paso previo a la traducción. Esto hizo que la traducción de ese Nuevo Testamento demande 25 años de trabajo.

Según los wichí, lo más sorprendente en la revelación bíblica es que este Dios es un Dios que tiene palabra, que les habla y les enseña la verdad. ¡Y lo hace en su propia lengua! Por eso quisieron poner por nombre a su Biblia “Lhämtes tä Matchehen” cuya traducción más cercana es “Palabras verdaderas”.
Fray Bartolomé de la Casas, férreo defensor de los pueblos indígenas, comentó en un informe oficial una acción tomada por el cacique Hatuey en Cuba durante la expedición de Diego Velásquez: El cacique, buscando interpretar la verdadera religiosidad de los conquistadores dijo de ellos:

“Son de naturaleza crueles y malos porque tiene un dios a quien ellos adoran y quieren mucho”. Trajo una cestilla llena de oro en joyas y dijo: “Ves aquí el dios de los cristianos: hagámosle si os parece bailes y danzas y quizá le agrademos y les mandará que no nos haga mal. Y le bailaron delante hasta que se cansaron”.

Lamentablemente, esta confusión de la real adoración hoy sigue vigente. Vemos con estupor a poderosos citando a un Dios de la Biblia pretendiendo que todo el planeta o como lo llaman “la aldea global” baile la danza neoliberal alrededor del dios dinero.
Yo me quedo con el Cristo de los wichí. Según su experiencia, ellos encontraron en las páginas de su Biblia a un Dios que es el Señor de todas las cosas y al que no tienen que calmar su ira con rituales o sacrificios especiales, un Dios de amor y de esperanza.

Junio de 2008

Marcelo Figueroa
director General de la Sociedad Bíblica Argentina.

Dios habla hoy

Quiero compartir con ustedes en este número dedicado a La Biblia, un pequeño esbozo (editado por mi) del teólogo Pablo Richard sobre como accede al texto bíblico en la lectura comunitaria o personal. Que Dios nos permita volver a encontrarnos con su Palabra y que ella transforme nuestra vida.
Su pastora

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1. Qué dice el texto?
La lectura orante, comunitaria o pastoral de la Biblia, no es solo un estudio del texto, sino un encuentro vivo y personal con la Palabra de Dios. El punto de partida es descubrir lo que dice el texto. No leer en el texto lo que ya tenemos en la cabeza. Leer el texto en toda su objetividad, totalidad, unidad y personalidad. Debemos meternos dentro del texto, con nuestras manos, nuestro corazón y nuestra mente, para ”sacar” todo su mensaje.
2. Qué me dice el texto?
La tarea siguiente es descubrir el sentido espiritual del texto. Escuchar la Palabra de Dios que me habla personalmente en el momento mismo cuando leo el texto. No basta solo leer el texto, sino hacer hablar al texto para escuchar la Palabra de Dios que me habla directamente a través del texto. Nosotros no creemos en un Dios que habló en el pasado y que hoy está mudo, creemos en un Dios vivo que nos habla hoy.
3. Cuál es mi respuesta a la revelación de la Palabra de Dios?
No se puede escuchar la Palabra de Dios y permanecer callado. Nuestra oración debe ser en primer lugar escuchar a Dios y luego responder a su Palabra. El texto propio bíblico me enseña a rezar. El texto me da las palabras, la gramática y los símbolos para orar. Muchas veces en nuestra oración hablamos demasiado, pero no hacemos silencio para escuchar a Dios.
4. Cuál es el cambio de vida que me exige escuchar la Palabra de Dios?
No se puede escuchar a Dios y seguir siendo el mismo. El texto lo podemos escuchar y entender solamente si estamos dispuestos a una conversión. Si no somos capaces de escuchar la Palabra de Dios, es porque aún no nos hemos convertidos.
5. El Libro de la Vida y el Libro de la Biblia
La Biblia capacita nuestros ojos y oídos para transformar toda la realidad cósmica e histórica en una gran revelación de Dios. Debemos escuchar la Palabra de Dios con un ojo en la Biblia y el otro ojo en la realidad donde vivimos. Al descubrir que el Libro de la Vida es el primer Libro de Dios, ya empezamos a “salir” del texto de la Biblia hacia el “texto” de la Vida. Esta perspectiva es lo que justifica el método VER-JUZGAR-ACTUAR. Primero hay que mirar la realidad, para en un segundo momento, poder juzgar y discernir en ella la Palabra de Dios.
6. La Palabra de Dios se revela para que nuestros pueblos tengan vida
La Palabra de Dios nos transforma en discípulos y discípulas del Reino de Dios, para que nuestros pueblos tengan vida. “Yo vine para que tengan vida y la tengan en abundancia “(Jn 10,10). Vida significa concretamente: tierra, trabajo, educación, salud, participación y gozo para todos. El estudio o la enseñanza de la Biblia, tiene sentido pleno en la construcción de una sociedad donde quepan todos y todas en armonía con la naturaleza, en la fe de que otro mundo es posible y que es posible construir los sujetos históricos que lo hagan posible.
7. El Espíritu Santo es el que hace posible el estudio y la Lectura Orante de la Biblia

“El Espíritu Santo que el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todo y les recordará todo lo que yo les he dicho” (Jn 14,26).

martes, 10 de junio de 2008

Del mundo virtual al espiritual

Frei Betto

Al viajar por el Oriente mantuve contactos con monjes del Tibet, de Mongolia, de Japón y de China. Eran hombres tranquilos, comedidos, envueltos en paz en sus túnicas color de azafrán. Un día observaba yo el movimiento del aeropuerto de Sao Paulo: la sala de espera llena de ejecutivos con teléfonos celulares, preocupados, ansiosos, generalmente comiendo más de lo debido. Seguro que ya habían tomado café por la mañana en casa, pero como la compañía aérea ofrecía otro café, todos comían vorazmente. Eso me hizo reflexionar: “¿Cuál de los dos modelos produce felicidad?”

Encontré a Daniela, de diez años, en el ascensor a las nueve de la mañana y le pregunté: “¿No has ido a clase?” Ella respondió: “No, tengo clase por la tarde”. Añadí: “Qué bien, entonces por la mañana puedes jugar y dormir hasta más tarde”. “No -replicó ella-, tengo mucho que hacer por la mañana”. “¿Qué cosas?”, le pregunté. “Clases de inglés, de ballet, de pintura, piscina”, y siguió enumerando su programa de muchacha robotizada. Me quedé pensando: “¡Qué pena que Daniela no dijo: Tengo clase de meditación!”.

Estamos construyendo superhombres y supermujeres, totalmente equipados pero emocionalmente infantilizados. Por eso las empresas consideran ahora que más importante que el QI es la IE, la Inteligencia Emocional. No sirve de mucho ser un superejecutivo si no se consigue relacionarse con las personas. Entonces ¡qué importante sería incluir clases de meditación en los currículos escolares!

Una progresista ciudad del interior de Sao Paulo tenía en 1960 seis librerías y un gimnasio; hoy tiene sesenta gimnasios y tres librerías. No tengo nada contra el cuidado del cuerpo, pero me preocupo por la desproporción en relación con el cuidado del espíritu. Está bien que todos muramos esbeltos: “¿Cómo estaba el difunto?”, “Hecho una maravilla, no tenía ni una arruga”. Pero ¿cómo queda la cuestión de la subjetividad? ¿de la espiritualidad? ¿de la ociosidad amorosa?

Antes se hablaba de la realidad: análisis de la realidad, insertarse en la realidad, conocer la realidad. Hoy la palabra es virtualidad. Todo es virtual. Se puede tener sexo virtual por Internet: no se contagia el sida, no hay involucramiento emocional, todo se controla con el ratón. Encerrado en su cuarto en Brasilia un hombre puede tener una amiga íntima en Tokio, sin mayor preocupación por conocer a su vecino de apartamento o de cuadra. Todo es virtual. Entramos en la virtualidad de todos los valores, no hay compromiso con lo real. Es muy grave ese proceso de abstracción de lenguaje, de sentimientos: somos místicos virtuales, religiosos virtuales, ciudadanos virtuales. En cuanto a esto, la realidad va por otro lado, pues somos también éticamente virtuales…

La cultura comienza donde termina la naturaleza. Cultura es el refinamiento del espíritu. La televisión en Brasil -con raras y honrosas excepciones- es un problema: a cada semana que pasa tenemos la sensación de que somos un poco menos cultos. La palabra hoy es “entretenimiento”; así, el domingo es el día nacional de la imbecilización colectiva. Imbécil el presentador, imbécil el que va y se sienta en el sofá, imbécil quien pierde la tarde ante la pantalla. Como la publicidad no consigue vender felicidad, tenemos la ilusión de que la felicidad es el resultado de la suma de placeres: “Si toma este refresco, calza estos tenis, usa esta camisa, compra este auto, ¡usted llega a ella!” El problema es que, en general, no se llega. Quien consiente desarrolla de tal manera el deseo, que acaba necesitando de un analista. O de fármacos. Quien resiste, aumenta la neurosis.
Los sicoanalistas tratan de descubrir cómo hacer con el deseo de sus pacientes. ¿Dónde ponerlos? Yo, que no soy de esa área, puedo darme el derecho de presentar una sugerencia. Creo que sólo hay una salida: cambiar el deseo hacia dentro, gustarse a sí mismo, comenzar a ver lo bueno que es ser libre de todo ese condicionamiento globalizante, neoliberal, consumista. Así se podría vivir mejor. Además, para una buena salud mental son indispensables tres requisitos: amistades, autoestima, ausencia de estrés.

Hay una lógica religiosa en el consumismo moderno. Si alguien va a Europa y visita una pequeña ciudad donde hay una catedral debe procurar saber la historia de esa ciudad -la catedral es la señal de que ella tiene historia.. En la Edad Media las ciudades adquirían status construyendo una catedral; hoy en Brasil se construye un centro comercial. Es curioso: la mayoría de los centros comerciales tienen las líneas arquitectónicas de catedrales estilizadas; a ellos no se puede ir de cualquier manera, hay que vestir ropa de misa dominical. Y allí dentro se siente una sensación paradisíaca: no hay mendigos, niños de la calle, suciedad…

Se entra en esos claustros al son del gregoriano posmoderno, esa musiquita de sala de espera de dentista. Se ven varios nichos, todas esas capillas con los venerables objetos de consumo, acolitados por bellas sacerdotisas. Quien puede comprar se siente en el reino de los cielos. Si tiene que dar un cheque prefechado, pagar a crédito o mediante un cheque especial, se va a sentir en el purgatorio. Pero si no puede comprar, ciertamente se va a sentir en el infierno… Por suerte, todos terminan en la eucaristía posmoderna, atraídos por la misma mesa, con el mismo jugo y la misma hamburguesa de McDonald’s…

Suelo decirles a los empleados que me invitan a entrar en las tiendas: “Sólo estoy dando un paseo socrático”. Y ante sus ojos espantados explico: “A Sócrates, filósofo griego, también le gustaba despejar la cabeza recorriendo el centro comercial de Atenas. Cuando los vendedores como ustedes lo asediaban les respondía: “Sólo estoy mirando cuántas cosas no necesito para ser feliz”. (Traducción de J.L.Burguet)

-Frei Betto es escritor, autor de “El desafío ético”, junto con Luis Fernando Veríssimo y otros, entre otros libros.
ALAI, América Latina en Movimiento

sábado, 7 de junio de 2008

NOTICIAS Y ACTIVIDADES

CULTOS: se realizarán todos los domingos a las 10,30 hs. Tercer domingo: Santa Cena
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ESTUDIOS BÍBLICOS:

• Grupo MartÍnez: a confirmar

DAMAS: Próximo encuentro, jueves 1 de agosto
a las 15,30 hs. en nuestro salón

ESCUELA BÍBLICA: 1er. sábado 10:30 en Sucre 2855
y 3er. sábado 15:30 en IERBA.

ESTUDIO DE LA BIBLIA: Esta actividad destinada a estudiar el texto bíblico con personas nuevas o que quieran refrescar sus conocimientos sobre el mismo, serán mensuales con una duracion de hora y media. Agosto, viernes 1 a las 19 hs.

GRUPO DE JÓVENES ECUMÉNICO: en Sucre 2855, un viernes al mes.

ESPACIOS DE ESPIRITUALIDAD- TAIZÉ: 4° sÁbado de cada mes, de 19 hs. a 2o hs. en parroquias de Belgrano y zona Norte del GBA. Consultar al 47817108
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HOGAR ESTUDIANTIL Valdo-Reformado – Rincón 1076 – Capital

Es una obra diacónica conjunta de la Iglesia Evangélica Valdense y la Iglesia Reformada Argentina, donde conviven estudiantes terciarios del interior del país. Para mayor información, comunicarse con secretaría.

TODAS LAS ACTIVIDADES, A EXCEPCIóN DE LAS ESTIPULADAS EN OTRA SEDE
SON EN NUESTRO TEMPLO
Olazábal 2842 (entre Vidal y Av.Crámer)
TEXTOS DEL DOMINGO 8 DE JUNIO

Oseas 5. 15 – 6. 6; Salmo 50. 7 - 15;Rom. 4. 13 - 25; Mateo 9. 9 - 13

- Leer Mateo 9. 9 -13


Podríamos hoy identificar tres momentos en el texto que hacen unidad:

Llamado al discipulado.

Un llamado que es permanente y que esta allí, a la orden del día, para todos y cada una/o de nosotros/as. Ser discípula/o de Jesús no es cosa fácil, siempre esta la cruz en el horizonte, pues al tomar la causa de Jesús como propia y con-Pasión es un reto que en ocasiones asumimos a medias, a cuartas o solo de palabra. Poner la mano en el arado, tomar cada quien su cruz y seguir el Camino de Jesús hoy en la realidad local y mundial es asumir, hacer propia la “locura de la cruz” en una realidad en la cual algunas “iglesias” solo hablan de “éxito” “gloria” “poder.

La Mesa de la Inclusión.

Al respecto Lucas (5. 29) nos da una visión amplia del arcoiris de los participantes de la Mesa, en la cual según él había “…toda clase de personas”
No era una cenita cualquiera, era un “banquete”. Jesús se sumerge y se sienta a la Mesa con cantidad de pecadores y muy probablemente también pecadoras.
Aquello escandaliza a los jefes religiosos del tiempo de Jesús, no podían entender como Jesús siendo un Maestro “rabino” departiera y compartiera, conversara y probablemente también bromeara con toda clase de personas, no se daban cuenta que precisamente eso fue un aspecto trascendental en su actuación, departir, compartir, bromear, comer, beber con toda clase de personas.
Jesús radicalmente rechaza los estereotipos y las ataduras que coartan y limitan a los seres humanos.

Eso nos lleva a reflexionar sobre nuestros altares y mesas, ¿cómo son?
Nos invita a ampliar la mesa familiar. Es cierto que en muchas mesas no hay mucho que comer o probablemente sea muy poco lo que hay para comer, pero si algo ha caracterizado a los pobres es que siempre han compartido, primero Dios no se pierda esa buena costumbre que es señal del reino. Y los que tienen mas recursos económicos ¿Cómo están sus mesas? ¿Comparten con los que tienen? ¿Y con los que no tienen?
¿Como son las mesas de los gobernantes?

Dios quiere Misericordia.
La Biblia nos presenta a un Dios que es Amor y que quiere vida en abundancia para los seres humanos. Desde el Génesis se nos revela un Dios que en lugar de quedarse solo, crea a la humanidad para compartir con ella, libera al pueblo que sufre opresión y marginación en Egipto, a esos esclavos/as los hace Su Pueblo convocado a ser signo de su amor inmenso, de su presencia amorosa, liberadora para todos los pueblos y tiempos.

La Misericordia podríamos decir que es:

Actitud de profunda bondad entre seres humanos que tendría que darse ha conocer mediante actitud transparente, de fidelidad de todo/as para todos/as, así como Dios permanece fiel en su amor por nosotros/as, fiel al compromiso de amor que siempre nos tiene.

El amor de Dios deberíamos aprender a interpretarlo como amor de Madre. Dios no nos ama solo como Padre, sino también como Madre, ese amor de madre nos da una idea del amor de Dios, la madre ama al hijo porque es su hijo/a, así es como Dios nos ama, con amor de Madre.

A los dos aspectos anteriores debemos sumar la capacidad de entregarnos a quien nos necesita. No a darle “algo” o desarrollar una relación por lastima, sino ser capaces de dar algo de uno mismo/a [mucho mas allá de mis posesiones materiales] al otro/a. Una mirada de comprensión o de perdón en el momento oportuno, una palabra de animo, de esperanza en los momentos difíciles, un gesto de amor, cariño, aprecio en todo momento.

Finalmente esa Misericordia de Dios necesita de otro ingrediente: indignación ante el sufrimiento, exclusión, marginación del otro/a.
Cuando la vida de sus hijos/as esta amenazada Dios no duda en darse ha conocer y manifestarse en personas que encarnen el amor que lo llevo hasta lo sumo: Trabajar con empeño hasta el grado de entregar la vida por la liberación desde y en la historia de quienes sufren violencia por causa de la injusticia.

Intentemos juntar todos esos elementos para darnos una idea de lo que es la Misericordia que Dios quiere y nos invita a vivir y difundir.
Discipulado, Mesa de la Unidad es un todo, unido, integral.

Esa es una Misericordia Revolucionaria, porque la palabra revolución significa cambio, en el caso de la cristiana/o ese cambio debería ser radical pues debe ser profundo “desde las entrañas” en la vida personal, social y de Comunidad de fe. Solo esa Misericordia que viene del amor de Dios, en su Santo Espíritu puede hacer posible que nuestra sociedad cambie, que las sociedades con grandes males sociales cambien. No esperemos que los partidos políticos cambien, que los “lideres” de las iglesias cambien, cambiemos nosotros/as, todo bautizado/a es pastor/a es líder con la bendición y la compañía de Dios. En cada uno de sus hijos/as Dios trabaja incansablemente.

H. Fernandez

jueves, 15 de mayo de 2008

Caravana de Mujeres por la Paz

En un mundo desgarrado por la violencia, ¿como sembrar gestos de paz?¿Como tejer una cadena de sembradoras y de sembradores de paz?

Por Yvonne Galland

El 23 de mayo del año pasado partió desde Bouznika en Marruecos la "Caravana de Mujeres por la Paz". Viene recorriendo varios continentes de etapa en etapa, dejando huellas de Paz, tejiendo una cadena de sembradores y sembradoras de Paz, y así seguirá hasta llegar, el 26 de octubre de este año, a Neuchatel en Suiza.

A fines de mayo y principios de junio llega al Río de la Plata una delegación de mujeres provenientes de Tahití, Polinesia Francesa; pertenecientes ellas a la Iglesia Protestante de Mahoi, la cual luchó junto con el gobierno local contra el gobierno francés para que cesen las explosiones atómicas experimentales en el atolón de Mururoa. Vienen trayendo la posta y el Rollo con los mensajes de Paz que recoge esta Caravana en su paso por las diferentes etapas. Ellas a su vez lo recibieron de las mujeres de Nueva Caledonia. Finalizado el pasaje por el Río de la Plata, una delegación de mujeres de la Iglesia Evangélica Valdense llevará la posta, el Rollo y nuestros mensajes de Paz a las mujeres de la Iglesia Evangélica Valdense de Italia.

La idea de la Caravana de Mujeres por la Paz surge de varias experiencias vividas en el marco de la Cevaa (*) con muchas mujeres de diferentes partes del mundo vinculadas a los movimientos de mujeres por la Paz. Para citar sólo algunas:
En marzo del 2004, en plena crisis de Costa de Marfil, un grupo de mujeres de las Iglesias de la Cevaa se encuentran en Abidjan con mujeres marfileñas, cristianas y musulmanas para darles su apoyo en la lucha por la Paz. Se empiezan a tejer lazos de solidaridad, intercambio y oración entre mujeres de diferentes lugares y religiones.
El Movimiento de Mujeres para la Paz de Bangui: en medio de la guerra civil que perturba a la Republica Centroafricana desde hace años, mujeres cristianas y musulmanas se unieron para manifestar su voluntad de Paz para ese país, para sus niños, sus maridos, sus padres.

Tomando una imagen profundamente bíblica, la Caravana evoca el movimiento, el recorrido y el desplazamiento, recordando la marcha hacia la tierra prometida del pueblo judío liberado de la esclavitud y caminando por el desierto.
Evoca igualmente el campamento a través de la imagen de la carpa: se establece un campamento para descansar, reabasteserce, para entablar comercio con un entorno nuevo. El lugar de campamento se elige por las cualidades y las virtudes que ofrece. Se para no para quedarse definitivamente, sino por un tiempo mas o menos largo, un tiempo que deja huellas, que crea lazos.
La Caravana de Mujeres por la Paz se asocia a este simbolismo del trayecto y el campamento.

Se inscribe también dentro del tema: “Al encuentro de nuestros vecinos”. Se trata acá de ir al encuentro de todos aquellos que están sufriendo la pobreza, los conflictos, la guerra.
En un mundo desgarrado por la violencia, ¿como sembrar gestos de paz?
¿Como tejer una cadena de sembradoras y de sembradores de paz?
Tal es la apuesta que queremos promover con la Caravana de Mujeres por la Paz.


Como objetivos de la Caravana están:
• el permitir el encuentro entre mujeres de Iglesias de la Cevaa y otras Iglesias, para que se tejan lazos y se establezca una cadena de mutuo sostén y solidaridad;
• suscitar encuentros, gestos, compromisos, susceptibles de llevar Paz, sanación y reconciliación;
• reforzar la animación teológica y bíblica popular en los compromisos de la comunidad; suscitar en las Iglesias de la comunidad las ganas y el deseo de hacer nacer en su seno muchos núcleos de esperanza en acción portadores de una cultura de Paz y de reconciliación. “En Cristo llamados a ser comunidades de sanación y de reconciliación”;
• alentar las Iglesias a desarrollar sus lazos con otros medios sociales, culturales, religiosos en una perspectiva de diálogo, paz y armonía social.

Recorrido
El recorrido de la Caravana de Mujeres por la Paz ha sido trazado a través del conjunto de Iglesias de la Cevaa entre las cuales está la Iglesia Evangélica Valdense.
Durante dos años, desde una Asamblea General de la Cevaa a otra, de Bouznika (Marruecos) a Neuchâtel (Suiza), la Caravana recorrerá varios continentes, pasando suscesivamente por Marruecos, Senegal, Costa de Marfil, Togo, Benin, Camerún, Gabón, Congo Brazzaville, República Centroafricana, Ruanda, Tanzania, Zambia, Lesotho, Mozambique, Madagascar
Islas de Mayote, Mauricio y La Reunión, Nueva Caledonia, Polinesia Francesa, Argentina, Uruguay, Italia, Francia, Suiza.

Momentos fuertes y significativos entorno al tema de la Paz serán propuestos y vividos en cada una de las etapas que marcan este recorrido. Son tiempos que permiten el intercambio, el trabajo bíblico, el compartir experiencias y logros, la celebración, la alabanza y la oración, el compartir espontáneo en el encuentro y la alegría.

En las Iglesias que acogen la Caravana se desarrolla un trabajo de preparación de ese tiempo que se compartirá, y luego un trabajo durante el pasaje de la Caravana.
Quedarán huellas, serán las huellas de la Paz y de la reconciliación.

A medida que la Caravana avanza se crean lazos, se construye una cadena, se genera un sentimiento de pertenencia y de solidaridad: Así camina la Paz, es la Paz que esta en movimiento.
De una etapa a otra, de una Iglesia a otra se pasa el relevo a través de una delegación de mujeres venidas de la Iglesia que ha recibido la Caravana, al grupo de mujeres que en la nueva Iglesia acoge la Caravana; y así continúa sucesivamente de Iglesia en Iglesia.
Un "testigo" se pasará de etapa en etapa, a manera de antorcha. Ese testigo será también un símbolo de la Paz: un Rollo.

El Rollo Testigo
Un rollo en tela fue confeccionado por las mujeres de la comunidad de Celle (Francia) formado por paños de 1m x 90 cm unidos por cintas de colores. Sobre esos paños cada Iglesia dejará su mensaje de Paz. Las mujeres se lo pasarán de etapa en etapa. El rollo acompañará la Caravana durante todo su recorrido y será desenrollado finalmente al culmino de la ésta, en la Asamblea General de la Cevaa en Neuchatel, Suiza.
El Rollo será el testigo que hará el lazo entre todas las Iglesias.
El rollo es una imagen bíblica que evoca los libros de los profetas, el mensaje de Dios que pasa por las manos humanas. Será el mensaje de Paz que las mujeres dejan a la posteridad, un guiño para invitar a las generaciones futuras a mantener la Paz.

http://www.caravane.cevaa.org/


(*)CEVAA, antes Comunidad Evangélica de Acción Apostólica, ahora transformada en Comunidad de Iglesias en Misión.
Promueve el espíritu para la acción.
Trabaja con la Inter-culturalidad, a través del desarrollo de comunidades (Chaco),
SIDA,
Diálogo inter-religioso (Islam, Budismo)
Salud, educación, Intercambio jóvenes, laicos, pastores, becas de estudio
El rol de la mujer es muy subrayado.
La Cevaa tiene su sede en Montpellier, Francia, está dividida por regiones: América Latina y Oceanía, Europa, África, Asia...