sábado, 19 de abril de 2008

PARA REFLEXIONAR

Un hombre hablaba del cielo y del infierno con el Señor. El Señor le dijo al hombre:-Ven te mostraré el infierno.Entraron en un cuarto donde había un grupo de individuos sentados en torno de una gran olla de guiso.Todos estaban famélicos y desesperados. Cada uno tenía una cuchara que llegaba a la olla, pero todas las cucharas tenían un mango mas largo que su propio brazo, así que no podían usarla para llevarse la comida a la boca.El sufrimiento era terrible.

-Ven te mostraré el cielo, dijo el Señor después de un rato.Entraron en otra habitación, idéntica a la primera: la olla con guiso, el grupo de personas, las mismas cucharas largas.Pero alli estaban todos felices y bien alimentados.-No entiendo, dijo el hombre, ¿Cómo aquí estan felices y en el otro cuarto todos estan tristes, si todo es igual?

El Señor sonrió.-Es muy simple, dijo, Aquí aprendieron a alimentarse unos a otros.

Que podamos aprender a alimentar nuestros corazones, aprendiendo a alimentar el corazón de nuestro prójimo.