jueves, 24 de julio de 2008

Actividades: SETIEMBRE

Celebramos el culto a Dios los domingos a las 10:30 horas.
Terceros domingos con Santa Cena.

Los cultos dominicales son un espacio de comunión, encuentros, adoración
y desafíos. Los esperamos.
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Setiembre: MES DE LA BIBLIA

27 de setiembre
LA BIBLIA LLEGA AL BARRIO

Por la mañana de 11 a 12 hs. en la calle Cabildo, entre Sucre y Virrey del Pino, se distribuirán folletos, invitando para las actividades de la tarde en la IELU -Amenábar 1767

Por la tarde:
"CINCO MINUTOS CON LA BIBLIA"- lectura y puesta en común de la idea sugerida por el texto. Para jóvenes y adultos.
"LA BIBLIA Y EL ARTE", lecturas breves que podrán plasmarse en dibujos o modelado. Para niños/as de 7 a 14 años.

En ambos talleres habrá música y los 15 minutos finales serán para un cierre con oración y canto.

Participan: Iglesias Anglicana, Presbiteriana, Católica Romana. Luterana Argentina ,Luterana Unida, Evangélica del Río de la Plata, Alianza Cristiana y Misionera, Reformada de Buenos Aires, Metodista y Discípulos de Cristo.

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ACTIVIDADES HABITUALES

Consistorio: 16 de setiembre, 19 hs.
Grupo de Damas: jueves 11 de setiembre a las 15:30.
Escuela Bíblica para niños y niñas: 1er. sábado 10:30 en Sucre 2855
y 3er. sábado 15:30 en IERBA.
Estudios Bíblicos: Grupo zona norte: 24 de setiembre 16 hs,
Estudio de la Biblia: Esta actividad destinada a estudiar el texto bíblico se realiza un viernes al mes a las 19 hs. en nuestro salón. Setiembre: viernes 12
Culto de Jóvenes: Tercer domingo de cada mes a las 18 hs. en Sucre 2855.
Espacios de Espiritualidad - Taize: 4to. sábados de cada mes, a las 19 hs. Lugar consultar al 4781-7108.
Cuartos domingos: Predicador invitado.


HOGAR ESTUDIANTIL Valdo-Reformado – Rincón 1076 – Capital

Es una obra diacónica conjunta de la Iglesia Evangélica Valdense y la Iglesia Reformada Argentina, donde conviven estudiantes terciarios del interior del país. Para mayor información, comunicarse con secretaría.

Juan Calvino, el reformador

El 10 de Julio de 2009 se cumplirán 500 años del nacimiento de Juan Calvino, una de las mayores personalidades de la historia europea. Con tal motivo hemos considerado pertinente hacer conocer, en ocho cortas entregas, una síntesis de la pequeña obra biográfica del pastor Giorgio Tourn con el título del encabezamiento. Todo esto al entender que será un aporte útil y válido para los miembros y amigos de IERBA que, como comunidad, se nutre en el difícil pero estimulante pensamiento de este reformador.
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1) JUVENTUD
A la sombra de la catedral

En 1521 la revolución de la edad moderna está cambiando el rostro de la Europa medieval. Ha sido descubierto un nuevo continente, la economía tradicional se está transformando radicalmente bajo el impulso del humanismo, y las novedades en las artes y en los estudios se subsiguen a un ritmo frenético. Sin embargo en Noyon, la ciudad francesa donde doce años antes naciera Juan Calvino, la vida continúa en forma muy tradicional a la sombra de la catedral, el gran edificio de la ciudad que recuerda a todos en forma bien visible el significado de su presencia. Como curador fiscal y escribano del capítulo de esta catedral se desempeña maître Cauvin, padre de Juan, quien por sus relaciones obtiene para su hijo un “beneficio” para proseguir sus estudios, esto es el dinero obtenido en una de las capillas por misas, indulgencias y ofrendas. Que este “beneficio” fuese asignado a un laico adolescente no constituía en esa época escándalo alguno, si se tiene en cuenta que un miembro de los duques de Savoia fue designado obispo de Ginebra a los 7 años.

Es cierto, no obstante, que esta costumbre tradicional de vender o asignar “beneficios” o cargos eclesiásticos o indulgencias estaba provocando reacciones en toda Europa, y ya cuatro años antes, en 1517, el monje Martín Lutero se había hecho sentir con sus 95 tesis en una protesta que rápidamente se estaba extendiendo a pesar de la excomunión de aquél. Es más, este hecho y la publicación de algunos escritos como “La maldad babilónica de la iglesia” y “El llamado de la nobleza alemana” desencadenaron en la opinión pública europea un ardiente debate. El doceañero Calvino probablemente ignora todo esto y su única preocupación es el estudio del latín en la escuelita de Noyon.
Si es cierto que el hombre adulto es el fruto de lo que fue su infancia, debemos dirigir una rápida mirada al ambiente en el cual crece. Su familia es de extracción popular, pero que con arduo trabajo consiguió crearse una situación de relativo bienestar.
La casa de maître Cauvin y de sus hijos (3 varones, 2 de los cuales lo seguirán a Ginebra y 2 mujeres), se vio privada muy temprano de la presencia de la madre, que muere cuando Juan tiene 6 años. Muy probablemente este hecho pueda haber influido en su carácter sensible y melancólico de adulto. Poco expansivo y amante de los libros, es, con todo, un muchacho como todos. Entre sus compañeros de estudio se encuentran los hijos de una importante familia de Noyon perteneciente a la antigua nobleza de Francia y que explicaría, al frecuentar su casa con asiduidad, ese trato de Calvino un tanto distante, levemente aristocrático que lo caracteriza y le permite dirigirse libre de complejos, sin cortesanías pero también sin arrogancia, tanto a los reyes como a los prelados.
Maître Cauvin tiene grandes proyectos para este hijo y, una vez terminados sus estudios primarios, lo envía a Paris a lo de un tío, para que asista a las mejores escuelas de la capital.
La Paris que descubre es un mundo en plena transformación. Es un mundo en el cual se está afirmando la cultura humanística de influencia italiana donde reina Francisco I, joven soberano moderno que ama rodearse de señoras rena-centistas con una corte de artistas y literatos.
Calvino frecuenta en primer lugar el colegio de la Marche, donde tiene un excelente maestro de latín que, luego de convertirse al luteranismo, se encontrará con él en Ginebra. Luego pasa a uno de los colegios más célebres de la capital, el Montaigu, donde se prepara para el sacerdocio en una atmósfera de verdadera mortificación: levantarse al alba, escasa comida, las infracciones castigadas con azotes, pero en el cual habían estudiado los mayores personajes del siglo: Erasmo, Rabelais e Ignacio de Loyola. Si bien estos años no favorecieron su salud (las hemicráneas y los dolores de hígado hicieron en los años sucesivos un continuo sufrimiento de su vida), ese tiempo consolidó las bases de su formación cultural, familiarizándolo con el latín y enseñándole el arte del debatir.
Sus profesores tienen grandes esperanzas de que un alumno tan aplicado y serio abrace la vida eclesiástica, pero por causas no conocidas maître Cauvin elige los estudios de abogacía para su hijo y éste obedece sin discusión. Como quería su padre, sería abogado y buen católico.

B) Entre Meaux y la Sorbona
Mientras Calvino continúa con sus estudios está emergiendo en Francia un movimiento reformado de tipo evangélico que, aunque manteniéndose en la tradición católica, busca eliminar los elementos espurios.
Inspirado en la obra de Erasmo, cuyo Nuevo Testamento griego Lucero y Zwinglio habían utilizado para sus traducciones al alemán, y de su discípulo Lefevre D'Etaples, también el insigne biblista con su traducción del Nuevo Testamento en francés, este evangelismo propugna una purificación de la fe cristiana con un retorno a las fuentes bíblicas.
El epicentro de este reformismo evangélico francés es la diócesis de Meaux, ciudad cercana a la capital, donde el mismo obispo se empeña en limitar el culto de las reliquias y la práctica de las indulgencias, imponiendo al clero cursos de doctrina, y sobre todo, programando predicaciones sobre las Sacras Escrituras.
La diócesis de Meaux se transforma así en el laboratorio en donde se experimenta una reforma moderna del catolicismo, allí trabajan Lefèvre y un equipo de predicadores, como Farel, que encontraremos más adelante.

En 1530, en un campo puramente cultural pero con fuerte incidencia en lo religioso, Francisco I funda el Colegio de Francia, en el cual inician cursos prestigiosos docentes para la enseñaza del griego y del hebraico. Estos hombres, profundamente creyentes, ponen su ciencia y su doctrina al servicio del pueblo cristiano, en la convicción de que el estudio de las Escrituras y la difusión de la cultura no pueden más que servir a la fe y poner remedio a la ignorancia y a la corrupción a menudo presente en las instituciones eclesiásticas.
Quien espera que esta exigencia de reforma, sentida por curas, laicos, estudiosos y demás ciudadanos sea apoyada por las autoridades eclesiásticas, quedará desilusionado: la reacción es de pánico, de parálisis y cualquier propuesta de reforma es rechazada.
La Sorbona condena sin apelación no sólo las publicaciones reformistas sino también la enseñanza de las lenguas bíblicas, al punto de considerar una herejía el sostener que para comprender las Sacras Escrituras es necesario conocer los idiomas griego y hebraico.
Es más, el obispo de Meaux es obligado a desistir de sus reformas y Lefèvre a retomar su peregrinaje a través de Francia.
¿Qué es lo que sabe Calvino de todo esto? ¿o sea de lo sucedido en Meaux, de la hoguera en que fue quemado un franciscano acusado de blasfemia, o de la hoguera para las obras de Lutero requisadas de las librerías, o del hecho sobre una estatua de la Virgen decapitada por manos desconocidas que dio lugar a una semana de ritos penitenciales con el soberano en primera fila y que desencadenó una verdadera caza al luterano?.
No puede haberlo ignorado completamente: son los hechos del día que estaban en la boca de cada parisino, aunque lejos de sus preocupaciones de estudiante. Lo que no sabe es que estos hechos constituyen el inicio de una larga historia de martirio y de persecuciones, en la cual, acto seguido, él habría de implicarse.

Traducido y adaptado por Héctor Berger

LA BIBLIA Y LA CULTURA INDÍGENA

La primera edición de la Palabra de Dios en una lengua indígena argentina, corresponde al evangelio de Lucas en yahgan en el año 1881, luego se publicarían el evangelio de Juan y el libro de los Hechos de los Apóstoles. Esos serían a la postre los únicos libros de texto en esa lengua, hoy extinguida.

Según escribe el historiador Arnoldo Canclini en su libro “Así nació Usuahia”, la Sociedad Bíblica imprimió 1.000 ejemplares de cada uno de estos libros. Fueron distribuidos entre los indígenas, que lo leían en sus casas y utilizados en la escuela y en la iglesia. Es dramático pensar que, cuando se hizo la última edición, el número de indios era menor que el de libros ya que en 1886 solo quedaban 397 yahganes en el archipiélago.

La creencia general de que algunos indígenas hablan usando sólo unos cuantos vocablos ensartados sin ton ni son, ni gramática, es totalmente falsa. Cada lengua indígena es un idioma bien desarrollado y tan complejo como cualquiera de nuestros idiomas europeos.
Llamar a estos idiomas despectivamente dialectos es rebajar la mentalidad y el lenguaje de nuestros hermanos indígenas, quienes tienen todas las capacidades y recursos de lenguaje necesarios para expresar sus ideas, emociones y anhelos.

Volviendo al ejemplo de la lengua yahgán, Tomás Bridge, misionero anglicano dejó una obra monumental. El diccionario del idioma yaghán.
Darwin había dicho que “apenas merecía el nombre de lenguaje articulado y que se parecía al ruido que emite un europeo al hacer gárgaras”, pero dicha lengua tenía según el diccionario de Bridge, 32.000 palabras. ¡Muchas más que las que Darwin conocía en su idioma!

Bridge consideraba esta lengua “suave, agradable y sonora”. Esto es un misterio de la lingüística. Se dice que su forma de vida, que le obligaba a guarecerse en su choza, durante casi constantes tormentas, y a pasar el rato conversando, es una de las razones para tal prodigio, ya que los relatos que vivían imaginando aguzaban la significación de los términos.

El idioma es mucho más que una serie de palabras agrupadas con gramática. Es una manera de ver al mundo, una cosmovisión propia.
Ernesto Cardenal en un encuentro paralelo del III Congreso Internacional de la lengua española (Rosario, noviembre 2004) dijo al respecto: “Cuando se pierde una lengua, es una visión del mundo lo que se pierde”.

Es ya sabido que una de las áreas de discriminación más severas que sufre el indígena es la del idioma. Es muy raro el caso en que un indígena se le aprecie por lo bien que se exprese en su idioma materno; por lo general se los ridiculiza y discrimina.
En contraste con la abundancia de libros y materiales impresos en los idiomas oficiales para los indígenas, la Biblia es por lo general el primer libro del que disponen en su idioma materno. Y esto es ya un elemento de suprema importancia.

Con la traducción de la Biblia a una lengua indígena se inicia, por lo general, un proceso de estandarización del idioma. Además la Biblia dada en forma escrita, provee un material escrito que abre las posibilidades para que el indígena aprenda a leer y a escribir en su propio idioma. La Biblia así trasciende las fronteras religiosas y se convierte en un valioso instrumento de la sociedad, para la educación y el desarrollo de un sentimiento de identidad y autoestima. La distribución de la Biblia en el idioma indígena, ha abierto puertas para la inserción del indígena a la sociedad nacional. Algunos líderes de étnias indígenas manifiestan que la Biblia en su idioma es para ellos como un diccionario de su lengua materna.

Los idiomas originarios en nuestras tierras fueron orales o ágrafos. En el caso del proyecto a lengua chorote, al tiempo de recibir el pedido formal de los indígenas, el primer impedimento fue que se debía transformar la lengua oral en una escrita, como paso previo a la traducción. Esto hizo que la traducción de ese Nuevo Testamento demande 25 años de trabajo.

Según los wichí, lo más sorprendente en la revelación bíblica es que este Dios es un Dios que tiene palabra, que les habla y les enseña la verdad. ¡Y lo hace en su propia lengua! Por eso quisieron poner por nombre a su Biblia “Lhämtes tä Matchehen” cuya traducción más cercana es “Palabras verdaderas”.
Fray Bartolomé de la Casas, férreo defensor de los pueblos indígenas, comentó en un informe oficial una acción tomada por el cacique Hatuey en Cuba durante la expedición de Diego Velásquez: El cacique, buscando interpretar la verdadera religiosidad de los conquistadores dijo de ellos:

“Son de naturaleza crueles y malos porque tiene un dios a quien ellos adoran y quieren mucho”. Trajo una cestilla llena de oro en joyas y dijo: “Ves aquí el dios de los cristianos: hagámosle si os parece bailes y danzas y quizá le agrademos y les mandará que no nos haga mal. Y le bailaron delante hasta que se cansaron”.

Lamentablemente, esta confusión de la real adoración hoy sigue vigente. Vemos con estupor a poderosos citando a un Dios de la Biblia pretendiendo que todo el planeta o como lo llaman “la aldea global” baile la danza neoliberal alrededor del dios dinero.
Yo me quedo con el Cristo de los wichí. Según su experiencia, ellos encontraron en las páginas de su Biblia a un Dios que es el Señor de todas las cosas y al que no tienen que calmar su ira con rituales o sacrificios especiales, un Dios de amor y de esperanza.

Junio de 2008

Marcelo Figueroa
director General de la Sociedad Bíblica Argentina.

Dios habla hoy

Quiero compartir con ustedes en este número dedicado a La Biblia, un pequeño esbozo (editado por mi) del teólogo Pablo Richard sobre como accede al texto bíblico en la lectura comunitaria o personal. Que Dios nos permita volver a encontrarnos con su Palabra y que ella transforme nuestra vida.
Su pastora

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1. Qué dice el texto?
La lectura orante, comunitaria o pastoral de la Biblia, no es solo un estudio del texto, sino un encuentro vivo y personal con la Palabra de Dios. El punto de partida es descubrir lo que dice el texto. No leer en el texto lo que ya tenemos en la cabeza. Leer el texto en toda su objetividad, totalidad, unidad y personalidad. Debemos meternos dentro del texto, con nuestras manos, nuestro corazón y nuestra mente, para ”sacar” todo su mensaje.
2. Qué me dice el texto?
La tarea siguiente es descubrir el sentido espiritual del texto. Escuchar la Palabra de Dios que me habla personalmente en el momento mismo cuando leo el texto. No basta solo leer el texto, sino hacer hablar al texto para escuchar la Palabra de Dios que me habla directamente a través del texto. Nosotros no creemos en un Dios que habló en el pasado y que hoy está mudo, creemos en un Dios vivo que nos habla hoy.
3. Cuál es mi respuesta a la revelación de la Palabra de Dios?
No se puede escuchar la Palabra de Dios y permanecer callado. Nuestra oración debe ser en primer lugar escuchar a Dios y luego responder a su Palabra. El texto propio bíblico me enseña a rezar. El texto me da las palabras, la gramática y los símbolos para orar. Muchas veces en nuestra oración hablamos demasiado, pero no hacemos silencio para escuchar a Dios.
4. Cuál es el cambio de vida que me exige escuchar la Palabra de Dios?
No se puede escuchar a Dios y seguir siendo el mismo. El texto lo podemos escuchar y entender solamente si estamos dispuestos a una conversión. Si no somos capaces de escuchar la Palabra de Dios, es porque aún no nos hemos convertidos.
5. El Libro de la Vida y el Libro de la Biblia
La Biblia capacita nuestros ojos y oídos para transformar toda la realidad cósmica e histórica en una gran revelación de Dios. Debemos escuchar la Palabra de Dios con un ojo en la Biblia y el otro ojo en la realidad donde vivimos. Al descubrir que el Libro de la Vida es el primer Libro de Dios, ya empezamos a “salir” del texto de la Biblia hacia el “texto” de la Vida. Esta perspectiva es lo que justifica el método VER-JUZGAR-ACTUAR. Primero hay que mirar la realidad, para en un segundo momento, poder juzgar y discernir en ella la Palabra de Dios.
6. La Palabra de Dios se revela para que nuestros pueblos tengan vida
La Palabra de Dios nos transforma en discípulos y discípulas del Reino de Dios, para que nuestros pueblos tengan vida. “Yo vine para que tengan vida y la tengan en abundancia “(Jn 10,10). Vida significa concretamente: tierra, trabajo, educación, salud, participación y gozo para todos. El estudio o la enseñanza de la Biblia, tiene sentido pleno en la construcción de una sociedad donde quepan todos y todas en armonía con la naturaleza, en la fe de que otro mundo es posible y que es posible construir los sujetos históricos que lo hagan posible.
7. El Espíritu Santo es el que hace posible el estudio y la Lectura Orante de la Biblia

“El Espíritu Santo que el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todo y les recordará todo lo que yo les he dicho” (Jn 14,26).