Comunidad ecuménica Valdense y Reformada Suizo Francesa (adscripta al Sínodo Valdense).
sábado, 18 de abril de 2009
LA MISERICORDIA DE DIOS ES PARA SIEMPRE
SUS DONES SE RENUEVAN CADA MAÑANA
¡GRANDE ES SU FIDELIDAD!
Dice nuestro Dios:
La tierra es mía.
No la destruyas porque
la hice bien y con cariño
No te la guardes como
una muñeca o una pelota,
porque la hice para
que juegues con todos.
No la ensucies
con tus mezquinos intereses
Porque sus ríos dan de beber a todos
y sus campos alimentan
a miles de millones
No pienses que es un rompecabezas
y que en sus partes
puedes hacer lo que quieras
No te la robes,
que se cae toda la gente
que puse a cuidarla.
La tierra es mía
y te puse allí para que vivas,
y que vivan tus hijos y tus hijas
y las hijas y los hijos
de los hijos y las hijas que te di,
para que la compartas
con tus hermanas y hermanos
que están tristes, en soledad,
que no pueden o que no tienen…
para que las disfrutes
y les haga disfrutar.
(Comisión de Liturgia III Asamblea CLAI, Chile, 1994)